Primero Murcia, después Madrid y a última hora de la mañana de ayer, Castilla y León fue la protagonista de la jornada. No obstante, ahora el quid de la cuestión no se centra en la gestión de la pandemia, ni en el número de contagios ni fallecidos sino de unas posibles elecciones a la vista y un posible cambio de presidencia autonómica en dichas comunidades autónomas. La Comunitat Valenciana no se mantiene al margen de estas mociones y los socialistas valencianos ya "extienden la mano" a Ciudadanos para forzar una moción contra el PP de Mazón en la Diputación de Alicante y poder llevar a cabo un "gobierno de progreso".
El primer movimiento lo dieron en Murcia los dirigentes del PSOE y Ciudadanos al presentar una moción de censura contra el presidente de la región, hasta el momento, el popular Miras. A este altercado político, le siguió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ante un intento de moción de censura, actuó rápida disolviendo la asamblea madrileña, convocando el adelanto de elecciones así como el cese de todos sus consejeros de la formación naranja y su vicepresidente, también de Ciudadanos, Aguado. No obstante, las formaciones de Más País y PSOE se le adelantaron a su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid con el correspondiente decreto regulador, y antes de las 13.30 de la mañana de ayer miércoles, ya se habían registrado dos mociones de censura como posibles candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, el socialista Gabilondo, y la política de Más Madrid, Mónica Garcia. A todos estos sobresaltos políticos, les siguieron los socialistas leoneses al presentar poco antes de las 14 h, una moción contra el Gobierno de la región formado por PP y Cs y que preside el popular Alfonso Fernández Mañueco.
Las reacciones en territorio no se hicieron esperar y, a mitad de la firma con la CEOE y la CEV para que las empresas valencianas sean un punto más de vacunación masiva de acuerdo con el Plan Sumamos, le pilló a Ximo Puig dicha noticia. Al respecto, el president de la Generalitat Valenciana, afirmó, preguntado por si la moción de censura del Cs y PSOE en la Región de Murcia contra el PP podría afectar a la Diputación de Alicante, que "no se puede hacer de esto una visión partidista".
Respecto a la situación madrileña, el president opta por "nada más que aceptar las decisiones que legítimamente toman los representantes políticos" mostrando su deseo de tener una "buena relación" con Madrid. De este modo, recordando la posición de la Comunidad de Madrid, de Díaz Ayuso, en los últimos tiempos, Puig ha abogado porque con el adelanto electoral, "los madrileños decidan con la mejor de sus miradas, porque es lo que hay que respetar siempre, la democracia".
No obstante, en la Comunitat Valenciana, el foco no estaba en las declaraciones al respecto de las situaciones de territorios vecinos, sino que si en la Diputación de Alicante, donde gobiernan PP y Ciudadanos se pudiera dar la misma situación, del mismo modo que en el consistorio alicantino. Al respecto, Puig añade que "si en algún momento determinado los partidos políticos que forman parte de la institución piensan que es necesario un cambio, lo articularán. Pero no puede ser una cuestión de mirada partidista". "No se puede trasladar a la opinión pública que las instituciones están simplemente en un juego partidario", insistió.
Fuera de la visión del president, como es el caso del líder de los populares valencianos, Isabel Bonig, ha manifestado su posición contraria. Al respecto, Bonig declara que "a Ayuso no le perdonan que sea tan inteligente de adelantarse a la más que posible traición de Ciudadanos", prosiguiendo que "los madrileños saben quién les defiende pese a ser continuamente atacada" y que "con Madrid, el PSOE vuelve a hacer tarde", animando a la decisión de la líder popular madrileña puesto que "Madrid te elige a ti". Las palabras de su compañera de partido y líder de la oposición en el consistorio de València, Maria José Catalá, seguían la misma línea, y así, Catalá declaraba que el PP es "la única opción del centro moderado, responsable y con sentido de Estado".
El líder de la formación naranja Ciudadanos en el territorio valenciano, Toni Cantó, se mostraba "enfadado", y por eso manifestaba que "como gran parte de la ejecutiva, no era conocedor de esta decisión", por lo que el mismo Cantó ha pedido una convocatoria urgente para trasladar allí su opinión.
El escenario político de la izquierda no escondía su orgullo por este triunfo de las mociones de censura, pero al respecto, el síndic de Compromís en les Corts, Fran Ferri, criticaba el "lamentable espectáculo de la derecha en Madrid", explicando que con estos hechos "demuestran lo poco que les interesa la vida de la gente". "En plena pandemia, cuando la crisis económica golpea a trabajadores y empresas, y cuando miles de personas sufren por su futuro", denunciaba Ferri, manifestando su tranquilidad ante el gobierno del Botànic valenciano.
Del mismo modo, los socialistas valencianos no se han callado, y las declaraciones de su síndic, Manolo Mata, declaraba que "aunque se me critique mucho, en mi humilde opinión creo que debe prevalecer la convocatoria de elecciones", ya que "otra interpretación permitiría reventar cualquier adelanto electoral". Del mismo modo, Mata se preocupaba por si "la moción de Errejón se hubiera registrado antes de que Ayuso hubiera firmado el decreto de disolución", puesto que "con una moción registrada, el Estatuto de la Comunidad de Madrid no autoriza convocar elecciones".
Cartas sobre la mesa y reuniones constantes, a la espera de que salgan adelante todas las mociones presentadas, algunas de ellas venían gestándose de manera discreta desde hace justo un mes, coincidiendo con los resultados de las elecciones catalanas, los políticos valencianos están tranquilos y asustados a partes iguales y es que nada más y nada menos que la Diputación o el Ayuntamiento de Alicante podría estar en juego puesto que tal como anunciaron ayer los socialistas de Alicante, "extienden la mano" a Ciudadanos para una moción en la Diputación. Del mismo modo, en pleno marzo de 2021, se ve el giro de la postura de Ciudadanos ante un posible debacle electoral como el de Cataluña.