Se trata del encuentro mundial más importante en cuanto a derechos digitales. La organización del IFF lamenta la ausencia del colaborador habitual Luis Carlos Díaz, a quien el Gobierno venezolano ha impedido salir del país.
La amenaza de un aumento de la censura después de la aprobación de la directiva sobre copyright y un internet al servicio de las grandes compañías será el telón de fondo de la celebración de la quinta edición del Internet Freedom Festival (IFF), que vuelve a contar con el centro de innovación Las Naves como sede.
A la cita, que se celebrará entre el 1 y el 5 de abril, acudirán más de un millar de defensores y defensoras de la neutralidad de la red y los derechos humanos de 130 países. Así, el Internet Freedom Festival vuelve a convertir la ciudad de Valencia en la referencia mundial de la defensa de los derechos humanos en la era digital.
El regidor de Innovación del Ayuntamiento de Valencia, Berto Jaramillo, ha resaltado la importancia del Internet Freedom Festival por «la necesidad de garantizar la seguridad de personas en todo el mundo que ven menguados sus derechos fundamentales, así como defender la privacidad en internet».
Según ha explicado Pepe Borrás, cofundador del IFF, aunque parece paradójico, «vamos a peor en cuanto a derechos y libertades en la red. Esta misma semana, la Eurocámara ha aprobado la directiva sobre copyright, cosa que solo se puede calificar de mala noticia. Con la excusa de proteger los derechos de autor, cosa que hay que hacer, aquello que se ha impuesto es un modelo que obstaculiza la creación de contenido y que generará una gran barrera para todas aquellas plataformas que no puedan costear la implementación de los filtros que la nueva legislación establece».
«Lamentablemente, lo que está sucediendo en Europa no es una excepción sino la norma —añade Borrás—. Según el ONG Freedom House llevamos ocho años seguidos de aumento de la censura en la red. Ahora que la mitad del mundo ya está conectada en internet, corremos el riesgo que la otra mitad (África y Asia principalmente) se conecte a un internet que no respeta los derechos humanos», concluye.
La quinta edición de este encuentro, la más importante a nivel mundial en cuanto a derechos digitales, estará marcada por la ausencias. Por un lado, de la defensora de derechos humanos sueca y asistente habitual al IFF, Josefin Ekermann, que murió el pasado 9 de abril en el accidente del Boeing 737 de la Ethiopian Airlines que hacía el trayecto entre Adís Abeba y Nairobi. Tampoco acudirá el periodista venezolano Carlos Luis Díaz, detenido el pasado 12 de marzo en Caracas, y a quien el Gobierno de Nicolás Maduro ha impedido salir del país.
UNA PUERTA (CERRADA) AL OPTIMISMO
Pepe Borrás también ha resaltado que «la Red acaba de cumplir treinta años. Es momento de tratar internet de forma madura, porque la digitalización del mundo es imparable. Pero no todo son noticias malas, porque cuando nos movilizamos para actuar, se producen cambios positivos, que es precisamente lo que hacemos en el IFF. En los últimos días hemos visto cómo Facebook e Instagram eliminarán los grupos de supremacistas blancos, que YouTube anunció que cambiará su algoritmo para evitar la difusión de teorías conspiranoides y que Amazon eliminará los libros de las antivacunas». Según el cofundador del IFF, noticias como estas demuestran que es posible cambiar cosas y que las grandes compañías no son ajenas a las críticas.De hecho, a lo largo del IFF se producirá una reunión a puerta cerrada entre responsables de Twitter y Facebook con activistas de diferentes países del mundo para escuchar sus críticas y buscar fórmulas que garanticen los derechos humanos y la privacidad de las personas usuarias.
Este año, en las cerca de 250 sesiones que se celebrarán durante el IFF en el centro de innovación Las Naves del Ayuntamiento de València, se pondrá un énfasis especial en las fake news y su utilización como arma política en diferentes países a través de auténticos ejércitos de trols. Se analizarán, entre otros, los casos de Pakistán, Indonesia, Brasil o Nigeria; sin olvidar el incremento de la censura en todo el mundo y su impacto económico.
Este año también tendrán especial protagonismo las sesiones relativas a la protección y uso de datos personales, y a la encriptación como respuesta a las necesidades de privacidad de las personas usuarias. Sobre este tema, se hablará de la desregulación de la vigilancia digital, la creación de una nueva estructura en la red centrada en la seguridad de las personas que lo usan y la guerra encubierta por la soberanía digital.
Entre otros, colaboran en el IFF entidades internacionales como Tor, Wikimedia, Lantern, la Ford Foundation, Twitter, Mozilla, el Electronic Frontier Foundation; y locales, como la Cátedra DevStat de la Universidad de Valéncia o Newtral.
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