- Puig insiste en que el uso de la mascarilla "no está en discusión" y que cada uno es responsable
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La Comunitat Valenciana sigue haciendo frente al Covid-19 y, en este caso, utilizando la tecnología para contar con nuevas herramientas que no solo aporten una mayor seguridad, sino que, además, contribuyan a controlar nuevos brotes detectando de manera precoz su aparición, pero también la trazabilidad de los nuevos casos.
De esta manera, el Servicio de Microbiología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe contará con una estación robotizada con la que podrán alcanzar las 3.500 pruebas PCR al día al complementar la capacidad actual de La Fe. Y es que como ha explicado el president de la Generalitat, Ximo Puig, "estos equipamientos dará más seguridad a la ciudadanía gracias a una detección rápida y a un mayor control de la trazabilidad de los brotes".
Los CovidRobots aumentarán la capacidad de la Comunitat Valenciana en la realización de tests hasta alcanzar las casi 14.000 pruebas diarias entre los laboratorios de microbiología de los hospitales y los centros de investigación médica y universitarios. Así, tal y como explicaba Jose Luis López Hontangas, jefe de Servicio Microbiología en La Fe, "a pleno rendimiento, estos Covidrobots permiten realizar 2.000 pruebas de PCR al día porque se adaptan a los protocolos del laboratorio y pueden utilizar reactivos de cualquier marca comercial".
Pero no es la única innovación. La Universitat Politècnica de València están desarrollando una aplicación móvil que, mediante la inteligencia artificial, avisará a la ciudadanía si la colocación de la mascarilla es la correcta o no. Lo que está claro es que el uso de la mascarilla es una de las herramientas principales para combatir el virus y, por tanto, colocarla de manera adecuada es esencial para bloquear correctamente las partículas que pueden contener gérmenes.
El objetivo final del desarrollo de la app Intemasc no es otro que la persona usuaria, a través de la cámara del móvil, pueda verificar el ajuste de la mascarilla. No obstante, para que la app vea la luz se necesita la colaboración ciudadana. En este sentido, cualquier persona que quiera colaborar puede descargarse, gratuitamente, la aplicación en Play Store y hacerse fotos con la mascarilla puesta correcta e incorrectamente para crear una base de datos, que permita el desarrollo definitivo de Intemasc.
Por último, el Ayuntamiento de València, Global Omnium y el CSIC han colaborado para el desarrollo de la herramienta GOAnalytics, capaz de monitorizar y alertar de la presencia del virus Covid-19 de manera temprana, gracias al análisis de las aguas fecales. De esta manera, esta tecnología, que ya ha presentado sus primeros resultados, detectará la aparición de un posible foco en una zona de València, que permitirá llevar a cabo medidas de contención, como el confinamiento, sin que afecte al conjunto de la ciudad.
Así, València se ha dividido en 30 sectores, y se han llevado a cabo más de 600 análisis, que se recogen tres veces a la semana, aplicando una tecnología que permite localizar los puntos donde se está produciendo el aumento de contagios evitando el cierre de toda la ciudad.
Y es que tal y como explicaba Gloria Sánchez, responsable de la investigación del CSIC, a este diario, "ya teníamos evidencias de que el virus SARS-COV2 se detectaba en las aguas residuales antes de que se produjeran casos declarados. Analizamos las muestras del 12 de febrero y dieron negativas, pero a partir del 24 de febrero ya empezaron a señalar la presencia del virus, y fueron aumentando conforme fueron pasando los días", y añade, "los casos clínicos se conocen cuando la persona presenta síntomas, pero también hay un porcentaje de la población que son asintomáticos. Sin embargo, con el análisis de las aguas residuales nos permite detectar la presencia del virus antes incluso de que las personas experimenten los síntomas porque en ese caso, y también en el caso de las personas asintomáticas, sí que se puede detectar a través de las heces".
La Comunitat Valenciana continúa trabajando para prevenir una nueva oleada que, en principio, se prevé a partir de octubre.