En los últimos meses, se ha especulado sobre la posibilidad de implantar una tasa turística en la Comunidad Valenciana. Una medida que, desde el Consell, planteaban impulsar, con el objetivo de compensar el efecto que el turismo puede producir sobre el entorno y, de esta manera, crear también un turismo más sostenible. Para ello, este proyecto de tasa turística planteaba la posibilidad de cobrar una pequeña cantidad tanto a los turistas que se hospedaran en alojamientos reglados, como a los cruceristas.
Sin embargo, esta medida no está teniendo el apoyo necesario. Y es que gran parte de los empresarios del sector no apoyan un proyecto que, aunque podría generar hasta 48 millones de euros, consideran que es necesario estudiarlo con calma para evitar que existan afectados, antes de aprobar esta tasa turística, que más bien debería tramitarse como un impuesto. Por su parte, la portavoz del PP, Isabel Bonig, también anunció que apoyaría los Presupuestos de 2018, cuyo plato de presentación a Les Corts termina mañana, 31 de octubre, si acepta una serie de condiciones, entre las que se encuentra la eliminación de la tasa turística.
Ante este panorama, todo apunta que, como mínimo, la Comunidad Valenciana no contará con la tasa turística durante 2018, aunque bien es cierto que, encima de la mesa, está la posibilidad de seguir estudiando las posibles vías de aplicación de la tasa turística para aplicarla en un futuro.
¿Qué es la tasa turística?
La tasa turística es un impuesto destinado a la promoción y mejora del turismo de una ciudad. Este impuesto, que se aplica a los turistas, se puede aplicar de diferentes maneras, como un porcentaje total del viaje que se contrata o por cada noche de pernoctación, siendo ésta última la más común por su fácil aplicación.En este sentido, cada persona que se aloje en la ciudad, siempre y cuando sea reglado, tiene la obligación de abonar una pequeña cantidad fija por cada noche que permanezca en la ciudad. La cantidad varía, ya que cada ciudad fija, exclusivamente, el precio e, incluso, hay ciudades que limitan el número de noches, con el objetivo de no prolongar en exceso la estancia del turista.
La tasa turística se ha convertido en una práctica muy común en otros países, y ciudades como Berlín, París, Roma o Florencia, entre otras, ya aplican, desde hace tiempo, el impuesto por pernoctación. Además, Estados Unidos lo aplica en todo el país, al igual que Túnez o Islas Maldivas. Por su parte, países como Alemania optan por aplicar una tasa turística aérea, que ronda desde los 8 a los 45 euros, sobre el precio del billete.
La tasa turística en España
Las actividades turísticas en nuestro país representan más del 11% del PIB. Y es que, en 2016, se llegaron a registrar hasta 330 millones de pernoctaciones. Un filón económico que han aprovechado otras comunidades autónomas, como Cataluña o Baleares, que destinan los fondos recaudados a un turismo sostenible.En el caso de Cataluña, la tasa turística de pernoctación es entre 0,45 y 2,25 euros por persona y noche, con un máximo de siete días y sólo para mayores de 16 años. Por su parte, en Baleares se implantó la ecotasa, que se mueve entre los 2 y los 4 euros por persona y día.