Los datos son escalofriantes, especialmente, para la Comunidad Valenciana. Cada día, una persona se suicida en la Comunitat, y 4.500 personas lo intentan cada año. Sin embargo, esta problemática se expande por todo el mundo, siendo más de 800.000 personas las que, cada año, son víctimas de una enfermedad que, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han identificado como uno de los problemas más graves de salud pública, de atención prioritaria para frenar las altas cifras.
A raíz de estos datos, la OMS elaboró un Plan de Acción sobre Salud Mental 2013-2020, a través del que ha instado a los Estados Miembros a comprometerse a reducir un 10% la tasa de suicidio para el 2020. La Generalitat Valenciana, cumpliendo con el compromiso, ha elaborado un Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida, así como guías informativas para el entorno sanitario, educativo y para la población en general, con el objetivo de proporcionar a la ciudadanía las herramientas necesarias para detectar cualquier tipo de conducta suicida, pero también pautas para su prevención e información para dejar atrás todos los mitos que giran entorno al suicidio.
En la Comunidad Valenciana, más personas mueren a causa del suicidio que por accidente de tráfico, por lo que la incorporación de este plan era más que necesario. El pasado mes de mayo, se lanzaba una campaña para prevenir suicidios que, bajo el lema ‘Hablar puede cambiarlo todo’, quiere visibilizar este problema tan complejo para el que no existe una sola causa ni una sola razón, sino que es el resultado de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos, sociales, culturales y medioambientales, pero también hacer hincapié en que, con la ayuda necesaria, los suicidios se pueden prevenir.
Se ha pasado de una media de 100 casos de suicidio detectados a una media de 350
Y es, precisamente, en este punto donde se están centrando todos los recursos. De hecho, gracias al Plan de Prevención del Suicidio de la Conselleria de Salud, en Atención Primaria, la detección de las conductas suicidas se ha triplicado, pasando de una media de 100 casos detectados cada mes a una media de 350. De esas conductas suicidas detectadas en la actualidad, se ha activado el ‘Código Suicidio’ en el 25% de los casos. Este código es una de las medidas estrella de este plan, ya que se da una respuesta rápida a las personas con mayor riesgo de cometer suicidio no solo valorando el riesgo, incluyendo factores como el consumo de alcohol, la enfermedad mental o las patologías crónicas, sino que se les ofrece una atención personalizada en menos de 72 horas, así como un seguimiento telefónico del paciente para comprobar su situación.
Desde la OMS, la administración pública y hospitales de la Comunidad quieren recalcar el mensaje de que los suicidios se puede prevenir, aunque el estado del paciente sea grave, con tiempo y, sobretodo, la ayuda de familiares, amistades y profesionales. Para ello, es de vital importancia detectar las señales de riesgo para activar la voz de alarma. De esta manera, desde la Generalitat han publicado una guía con los síntomas más comunes que facilitan la detección del riesgo de suicidio. Por supuesto, de detectarse, es fundamental ponerlo en conocimiento de los profesionales sanitarios para iniciar ese proceso de recuperación.