La localidad valenciana de Rocafort se encuentra consternada tras la trágica noticia del fallecimiento de un niño de 11 años a causa de la meningitis. La Dirección General de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad ha confirmado este lamentable suceso, que ha activado de inmediato el protocolo de emergencia correspondiente. Por su parte, el Ayuntamiento de Rocafort ha mostrado, en un mensaje en redes sociales, "su más sentido pésame a los familiares y amigos de Álex, vecino de la localidad fallecido ayer a los 11 años de edad".
Desde los servicios centrales de Epidemiología, en coordinación con el Centro de Salud Pública de València, se ha puesto en marcha el procedimiento habitual en casos de esta índole. Se están llevando a cabo investigaciones exhaustivas para localizar y evaluar a todos los contactos directos del menor, con el fin de determinar si necesitan recibir profilaxis. Además, como medida preventiva, las autoridades han decidido clausurar el campamento deportivo en el que participaba el niño en los últimos días.
Una vez valorado quienes han mantenido un contacto estrecho con el caso, se les prescribe profilaxis. En el caso de los colegios se hace una reunión con los padres de los niños considerados contactos, se les explica la situación y se prescribe la quimioprofilaxis a las personas que se consideren en riesgo.
Paralelamente, Salud Pública ha enviado una muestra de la bacteria responsable de la meningitis al Centro Nacional de Microbiología para su serotipado. Este paso es crucial para completar el estudio microbiológico dentro del marco del Sistema de Vigilancia Epidemiológica, lo que permitirá entender mejor la situación y tomar medidas adecuadas para evitar la propagación de la enfermedad.
Según precisan fuentes sanitarias, el meningococo se transmite de forma directa de persona a persona por secreciones de la vía respiratoria y tras un contacto estrecho y prolongado. Por lo tanto lo primero es identificar el periodo de transmisibilidad del caso y a través de la familia y contactos directos identificar qué personas (adultos y niños) han podido mantener un contacto estrecho con el paciente.