La Guardia Civil y la Fundación Oceanogràfic colaboraron para localizar el pasado 4 de marzo a una ballena desorientada en las aguas cercanas a la playa de Cullera, tal y como han informado desde la Benemérita a través de un comunicado.
La llamada de un patrón de embarcación alertó a la Guardia Civil sobre la presencia del animal, que había permanecido demasiado tiempo en una misma ubicación, a unas dos millas de la costa, un comportamiento extraño en este tipo de cetáceos. Una patrullera de la Guardia Civil se dirigió al lugar, acompañada por un equipo de rescate de la Fundación Oceanogràfic, compuesto por cinco veterinarios y dos biólogos marinos.
Cuando la patrullera llegó a las coordenadas facilitadas por el patrón de la embarcación que dio el aviso, divisaron al animal. El cetáceo, una ballena rorcual de 17 metros y unas 40 toneladas de peso, presentaba una malformación congénita en su columna vertebral, una escoliosis lo que probablemente afectaba su capacidad de nado. Aunque se intentó colocar un rastreador en su aleta dorsal, no fue posible debido a la malformación de su cola.
Tras la observación del animal, la ballena se dirigió mar adentro y se alejó de la costa. Las autoridades locales, centros de recuperación y el Ministerio de Medio Ambiente fueron informados sobre el avistamiento, con el objetivo de llevar un seguimiento del animal en caso de futuros avistamientos.
La colaboración entre la Guardia Civil y la Fundación Oceanogràfic en este caso demuestra la importancia de la cooperación interinstitucional para garantizar la protección de las especies en peligro y su hábitat. Además, se destaca la importancia de la vigilancia ciudadana para detectar y alertar sobre situaciones de peligro para la fauna marina.
La localización y observación de la ballena rorcual desorientada cerca de la playa de Cullera es un recordatorio de la importancia de proteger y preservar la biodiversidad marina en todo el mundo, puesto que su presencia en los océanos es fundamental para el equilibrio del ecosistema marino.