En una noche que podría haber sido trágica, dos agentes de la Policía Nacional de Gandia se convirtieron en héroes al auxiliar a un bebé de 19 meses que se encontraba en estado crítico. Su rápida respuesta y habilidades en primeros auxilios jugaron un papel crucial en la salvación de la vida del menor.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes alrededor de las diez de la noche, cuando una mujer angustiada se acercó a la Comisaría de Policía Nacional de Gandia buscando desesperadamente ayuda. En sus brazos llevaba a su bebé, de tan solo 19 meses, quien se encontraba inconsciente y convulsionando.
Afortunadamente, en ese momento uno de los agentes se encontraba en la puerta de la comisaría. La mujer, visiblemente alterada, entregó al bebé al oficial mientras imploraba por ayuda, ya que desconocía qué le estaba sucediendo a su hijo. Con gran pericia, el policía verificó que el pequeño respiraba, pero estaba sufriendo convulsiones. Acto seguido, decidió alertar a su compañero y trasladar al bebé de inmediato a un centro hospitalario.
Mientras uno de los agentes conducía el vehículo policial con luces y sirenas activadas, priorizando la seguridad y rapidez en el traslado para asegurar la atención médica inmediata, el otro oficial aplicó maniobras de primeros auxilios para salvar la vida del bebé. Colocándolo boca abajo, realizó golpes en la espalda y aseguró que las vías respiratorias estuvieran despejadas. Además, aplicó presión en el esternón, momento en el que el bebé reaccionó y emitió un leve llanto.
Durante el trayecto al hospital, los agentes se comunicaron con la sala de emergencias 091 para informar sobre la situación y garantizar que el personal médico estuviera preparado para recibir al menor.
Cuando los agentes llegaron al hospital con el bebé, el equipo médico ya se encontraba en la puerta de urgencias, listo para brindar la atención necesaria. Los propios profesionales sanitarios destacaron la rápida y decisiva actuación de los policías, la cual fue fundamental para preservar la vida del pequeño.