Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha permitido la detención de un joven de 27 años que presuntamente montó un laboratorio clandestino de marihuana en un chalé alquilado de Chiva (Valencia), donde se incautaron de 300 plantas y 18.000 gramos de droga, según han informado en un comunicado conjunto.
Al detenido, arrestado en Aldaia (Valencia) en el marco de la operación 'Green rode', se le atribuyen los delitos contra la salud pública por cultivo, elaboración y tráfico de drogas así como defraudación de fluido eléctrico. El precio de la droga intervenida alcanzaba los 94.000 euros.
Las investigaciones comenzaron durante el estado de alarma por parte de la Guardia Civil de Chiva y la Udyco de la Policía Nacional de Xirivella, tras haberse localizado un chalé en Chiva que se estaría utilizando como laboratorio clandestino de marihuana.
De las investigaciones practicadas, los agentes averiguaron que había alquilado un chalé de grandes dimensiones en una urbanización de Chiva, donde presuntamente había realizado "enganches" fraudulentos a la red eléctrica que fueron detectados. Esto hizo que se sospechara de la posible existencia de un invernadero de marihuana oculto.
Con esos indicios comenzaron las pesquisas, que permitieron constatar que un joven acudía a la casa en cuestión en distintos días para controlar las plantas y para cuyo cultivo había instalado aparatos de aire acondicionado, lámparas de calor y filtros para evitar olores.
PROTOCOLO DE SEGURIDAD
La persona que finalmente resultó detenida supuestamente utilizaba un estricto e innovador protocolo de seguridad que consistía en el rápido corte de la producción de la marihuana cultivada y el desmontaje y deshecho de algunos de los componentes de la plantación que menor coste le suponían para evitar que, de haber algún tipo de intervención o entrada en el inmueble, los efectivos policiales no encontrasen nada en su interior que pudiera comprometerle.No obstante, Guardia Civil y Policía Nacional prepararon un operativo en el que detectaron, en la tarde del pasado 9 de junio, cómo el sospechoso estaba llevando a cabo la recogida de la producción y el desmontaje de algunos sistemas, lo que llevó a una rápida intervención que culminó exitosamente.
El joven disponía de un sistema de videovigilancia con el que controlaba de forma remota la posible presencia de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aunque en esta ocasión no pudo detectar a los funcionarios policiales.
Fruto de las investigaciones realizadas y de la coordinación de ambos cuerpos de seguridad se formó un equipo conjunto de trabajo de vigilancias, de seguimientos y un complejo sistema de análisis de las conductas y rutinas del joven, que una vez identificado y localizado fue detenido en Aldaia.
La Guardia Civil y la Policía Nacional encontraron en el registro judicial del chalé un sofisticado sistema para la producción de marihuana compuesto por generadores de electricidad, climatizadores, extractores de aire, filtros, lámparas de alta potencia, ventiladores, transformadores, productos específicos para el cultivo, sistemas de alarma y video vigilancia.
Todo este material conformaba la infraestructura que hacía posible que la plantación de marihuana del chalé mantuviera unas condiciones específicas de humedad y temperatura óptimas para el cultivo intensivo en interior de este tipo de droga, manteniendo un elevado poder de producción.
El detenido estaba defraudando el fluido eléctrico ya que presuntamente había manipulado los sistemas eléctricos para no tener que hacer frente al alto coste de las facturas.
El chalet registrado contaba con un sofisticado circuito ilegal eléctrico, con corriente eléctrica suministrada a las propiedades de forma ilícita, y con enganches mediante manipulaciones de anulación de los contadores, un hecho que "podría haber puesto en peligro la integridad de la red eléctrica de los inmuebles colindantes".
Por parte de la empresa suministradora se está cuantificando el perjuicio causado, así como evaluando el riesgo que suponían las ocho instalaciones eléctricas montadas sin medidas de seguridad de ningún tipo. El entramado eléctrico instalado para el crecimiento de las plantas, se pudo comprobar que estaba conectado con la línea de distribución, y que estaba preparado para que funcionara continuamente.
En el registro efectuado y ante la compleja instalación eléctrica localizada resultó necesaria la asistencia de personal del servicio oficial de la empresa suministradora de electricidad para minimizar riesgos y levantar las correspondientes actas por las defraudaciones de fluido eléctrico producidas.