Un nuevo incidente ha marcado la red de Cercanías de la Comunitat Valenciana. Sobre las ocho y media de esta mañana, un varón de 21 años ha llegado a la Estación del Norte de València y se ha montado en un tren con destino a Castellón portando un chaleco provisto de cables y objetos metálicos, lo que podía dar la apariencia de artefacto explosivo. Ante la presencia del individuo, un pasajero ha alertado a las autoridades, que han activado de inmediato el dispositivo de emergencia.
El convoy ha sido intervenido por la Policía Nacional en la parada de la Font de Sant Lluís, donde los agentes han interceptado al joven en el momento que iba a abandonar el medio de transporte. Posteriormente, se ha procedido a la detención del sospechoso, al que se le acusa de haber causado un desorden público. Tras un análisis exhaustivo de la prenda, se ha decretado que se trataba de un chaleco bomba falso, en el cual no se apreciaba ningún tipo de explosivos.
El aviso ha llegado después de que una de las 18 personas que viajaban en el tren en el momento de los hechos llamase al 112 ante la subida al vehículo de un hombre que ocultaba bajo un abrigo un posible objeto de carácter explosivo. Enseguida se ha iniciado el protocolo de seguridad para este tipo de sucesos y varias unidades de la Policía Nacional se han desplazado hasta el lugar hacia el que se dirigía el medio de transporte.
El sujeto ha sido reducido cuando intentaba bajar del convoy y las autoridades han desalojado los vagones. Después, se ha procedido al examen del chaleco y del propio vehículo por la Unidad de TEDAX–NRBQ y de la Unidad de Guías Caninos de la Comisaría Provincial de Valencia, ambas expertas en la detección de explosivos. Tras indagar a fondo, se ha asegurado que tanto el tren como la prenda de vestir estaban libres de explosivos.
Expertos en desórdenes públicos de la Policía Nacional están investigando si el detenido ha amenazado a los pasajeros y ha puesto en riesgo la seguridad del ferrocarril o todo se ha tratado de una falsa alarma. No obstante, según ha dado a conocer la Jefatura, el sospechoso cuenta con antecedentes policiales y una orden de búsqueda y detención en vigor. Si finalmente se decreta que el varón ha atentado contra la integridad física de los pasajeros, se puede enfrentar a una pena de hasta tres años de cárcel.