Solidaridad valenciana en tiempos de coronavirus

Empreses i particulars es bolquen en la producció de mascaretes solidàries per fer a front a la crisi del coronavirus

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Cualquier ayuda es buena en un momento de crisis como el que ha generado el coronavirus, situación que ha provocado, entre otras osas, una avalancha de solidaridad por parte de la sociedad valenciana no solo en los balcones a las 20 horas para aplaudir y agradecer toda la labor de los sanitarios, sino también en las manos de muchos ciudadanos que se han volcado en la confección de mascarillas solidarias para que todo el mundo pueda hacer frente a este virus que ya ha causado 14.000 fallecidos en todo el mundo, cerca de 3.434 en España y 143 valencianos y valencianas.

Antes de la euforia por la compra de papel higiénico vino la cólera por adquirir mascarillas, y es que esta histeria social causó incluso el robo de muchas de estas en hospitales valencianos como los de la Vila Joiosa, la FE o el Clínico de València. Pese a que estos actos muestran la avaricia y lado poco humano que tienen muchas persona, aún hay personas que se preocupan por los demás que, a pesar del desabastecimiento de mascarillas, se han puesto el dedal y han empezado a coser y confeccionar mascarillas solidarias o como se dice ya mundialmente, el efecto mascarillas homemade.

Muchas empresas son las que se han sumado a este movimiento solidario parando su propia producción para confeccionar las mascarillas. En territorio valenciano podemos encontrar desde el empresario del calzado José Luis Prada, propietario de la firma For Shoes, de San Vicente del Raspeig hasta la firma de moda valenciana The-Are, con cerca de 185k seguidores en instagram.

En esta línea, The-Are,  decidió paralizar la producción de ropa joven en su taller de Manises "para pasarse a coser mascarillas médicas que irán destinadas a todo el personal sanitario del territorio nacional que trata a pacientes contagiados por el coronavirus", según afirma Rocío Botella, diseñadora y propietaria de la firma valenciana, The-Are.

En estos momentos todo suma, cualquier cosa que podamos hacer puede ser de gran ayuda para superar esta crisis. Unidos lo conseguiremos. Rocío Botella
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Por otra parte, las aparadoras del calzado de la provincia de Alicante, trabajadoras casi "en la sombra" además de que el trabajo que realizan es sinónimo de precariedad y economía sumergida, se han situado a la cabeza de la solidaridad al protagonizar un gesto más que humano, ya que en pocas horas han llegado a producir de manera altruista unas 10.000 mascarillas.

Del mismo modo, en la localidad de la Ribera Alta, Carlet, su alcaldesa, Maria Josep Ortega nos cuenta que la iniciativa de las mascarillas solidarias llegó al consistorio "a través del ofrecimiento espontáneo de una costurera carletina que suele coser briales y trajes de comunión". De esta manera, el ayuntamiento acaba de hacer una comanda de la tela especial, "ya que a pesar de tratarse de mascarillas de bajo nivel, tienen que tener una mínima calidad", asegura Ortega.

No obstante, por si fuera poco, no solo han sido las grandes empresas y compañías manufactureras las que han decidido poner su gran plantilla tanto de maquinas como de personas a hacer mascarillas. Muchas personas han sido también las que a titulo personal e individual se han sumado a la campaña de las mascarillas solidarias, como es el caso de Marisa Perucha, una ciudadana de a pié del pueblo de La Xara, en la comarca de la Marina Alta.

Marisa nos cuenta que empezó "porque en el supermercado de mi pueblo los empleados no tenían mascarillas y decidí hacerles a todos", de esta manera ya son más de sesenta las mascarillas que ella misma ha hecho y ahora, ha sido protección civil la que le traerá más material "para poder hacer batas y más mascarillas", asegura Marisa Perucha.

A través de Càritas llegarán estas mascarillas que estoy haciendo tanto para contagiados como para hospitales, residencias, etc. Marisa Perucha
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Del mismo modo, Maria Joaquina Blázquez, natural de Sedaví ha empezado a fabricar mascarillas con su propia maquina de coses, que dice tener "70 años, ya que me la regaló mi padre a mis 16 años y ahora tengo 86". Blázquez empezó a coser mascarillas solidarias para ayudar a los residentes y los trabajadores de la residencia de mayores de Sedaví. De este modo, Maria Joaquina, con sus propias manos lleva mas de 40 mascarillas que quiere hacer llegar a la residencia de Sedaví o repartirlas entre sus vecinos para que eviten los nuevos contagios.

Hay mucha gente enferma y hace falta mucho material en hospitales, residencias, etc., además, a mi no me cuesta trabajo, lo hago como una obra de caridad, me siento satisfecha. María Joaquina Blázquez
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De esta manera la solidaridad en los tiempos mas difíciles es tomada como bandera por la inmensa mayoría de los ciudadanos, hecho que independientemente de todo aquello que nos diferencia los unos de los otros, nos hace unirnos mas que separarnos. Porque todo esto también pasará, y lo haremos todas juntas.

 

 

 

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