Se calcula que, en España, cada año, 50.000 personas mueren por causas atribuibles al tabaco. De ellas, 5.000 personas son de la Comunitat Valenciana, según datos de la Encuesta Europea de Salud en España 2020. Sin embargo, datos recientes de la Sociedad Española de Epidemiología indican que el tabaco puede provocar 63.000 muertes anuales. Ante este escenario, y coincidiendo con el Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (SoVaMFiC) y su Grupo de Abordaje del Tabaquismo (GAT) han lanzado la 24 edición de la campaña ‘Semana Sin Humo’, promovida a nivel estatal por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Bajo el lema ‘Cero emisiones también en tus pulmones’, se tiene como objetivo “sensibilizar de los peligros que supone para la salud el consumo de tabaco e informar sobre las posibilidades de tratamiento para aquellos fumadores que deseen dejar de fumar. Y ya no solo estamos hablando de los cigarros, sino del consumo del tabaco en todas sus formas, sin olvidarnos del daño demostrado de los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina”, explican desde SoVaMFiC.
Para ello, también se pone el foco en el papel esencial que juega la medicina de familia y los centros de Atención Primaria, porque como apuntan desde semFYC, “la Atención Primaria es el lugar ideal de captación y tratamiento de los pacientes fumadores. Su accesibilidad y atención integral de los pacientes, la hacen clave para abordar este importante problema de salud”.
Como cada año, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria ha lanzado una encuesta en la que, en términos generales, destaca tanto el amplio consenso para impulsar una norma que sancione a las personas que tiran colillas al suelo (un 94,3 % de los encuestados apoyan esta medida); como el preocupante aumento de cigarrillos electrónicos entre las generaciones más jóvenes. Y es que como apuntan desde semFYC, “existe una tendencia alarmante entre adolescentes y jóvenes al consumo del váper” porque, alertan, “pese a las estrategias de marketing de la industria tabacalera sobre la inocuidad de los cigarrillos electrónicos frente a los convencionales, estos son altamente adictivos”.
De hecho, los menores se hacen adictos a la nicotina con más frecuencia a través del váper (6,6%) que mediante el tabaco convencional (5%). No obstante, la ciudadanía es consciente, en un 82,9% de los casos, de que el humo de los e-cigs es también perjudicial para la salud. “Y están en lo cierto – señalan desde SoVaMFiC – porque en el vapor que emiten hay sustancias perjudiciales que también afectan a los no fumadores. Es una nueva forma de tabaquismo pasivo. Por eso, pedimos que se aplique la misma normativa tanto a los cigarros tradicionales, como a los electrónicos”.
A favor de crear más espacios libres de humo
Son muchos los países que están apostando por aumentar los espacios libres de humo. Y es que, al final, no se trata de prohibir, sino de acotar los sitios donde se pueda fumar. “Desde hace décadas, el número de exfumadores y no fumadores ha aumentado considerablemente y esto hace que la población demande de sus legisladores medidas que les proteja del tabaquismo pasivo”.
En este sentido, cabe destacar que un 90,5 % de las personas encuestadas a nivel estatal consideran que la exposición al humo ambiental del tabaco sigue siendo elevada en España. En concreto, donde más se percibe esta exposición es en las terrazas de restauración (83,6 %); pero también en la parada del autobús o haciendo cola para entrar a algún local. Además, un 55,2% considera que no se cumple la normativa actual correspondiente a estos espacios.
Frente a este contexto, en el caso de la Comunitat Valenciana, la mayoría de las personas encuestadas considera prioritario que debería estar prohibido fumar en los alrededores de los centros educativos (un 81 %); las terrazas de bares y restaurantes (78,7 %); lugares públicos abiertos, como parques o recintos deportivos (el 67,3 % de los encuestados ha marcado esta opción); las playas (65,6 %); y el coche particular (45,5 %).
Asimismo, además de apostar por sancionar a aquellas personas que tiren colillas al suelo, una amplia mayoría de encuestados no fumadores considera esencial intensificar las medidas educativas; aplicar la regulación actual del tabaco a los nuevos dispositivos de consumo; eliminar la publicidad encubierta; aumentar el precio del tabaco; y según el 70 % de los fumadores encuestados, financiar todos los fármacos disponibles para dejar de fumar.
Desde SoVaMFiC hacen hincapié en que estos datos son significativos porque “la mayoría de encuestados se decanta por medidas que competen al ámbito legislativo, no al sanitario. Por tanto, parece indicarnos que la población está satisfecha con el trabajo que se está llevando a cabo en el ámbito sanitario y no tanto en el político y legislativo”.
“Apostamos por una generación sin humo”
Superados los desencuentros entre autonomías, el Gobierno central daba luz verde, el pasado mes de abril, al Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027 que tiene como objetivo reducir el número de fumadores. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, expresaba, así, la apuesta “por una generación sin humo. Nuestro compromiso con la salud es a ultranza, pero para eso, se debe contar con una financiación adecuada y con el consenso y la coordinación con el sector”.
Y es que según cifras del Ministerio de Sanidad, extraídas de la encuesta europea de Salud en España realizada en el año 2020, en la Comunitat Valenciana hay alrededor de 845.000 fumadores diarios, el 19,88% de la población mayor de 15 años.
Concretamente, y según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer de València publicado en 2022, un total de 395.938 valencianos están expuestos al humo ambiental del tabaco hasta cinco horas al día y, de estos, 45.071 lo están más de cinco horas, una cifra que sitúa a la Comunitat Valenciana como la segunda, por detrás de Andalucía, más expuesta al humo tóxico del tabaco.
Estos datos suponen que, en adultos, se incremente hasta en un 30% el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, pulmonares y cánceres. En el caso de los menores, aumenta un 50% el riesgo de padecer otitis, un 30% las infecciones respiratorias y un 20% más de crisis asmáticas.
Por último, cabe señalar que el tabaco es la segunda droga más consumida por detrás del alcohol, y la edad de inicio de su consumo se sitúa en los 15 años.
El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, ha insistido en “la necesidad de programas para promover el abandono del tabaquismo y la importancia de la actuación coordinada en todos los ámbitos asistenciales para proteger la salud de todos”.