"Se trata de medidas propias del post-capitalismo y el post-trabajo en el cual estamos inmersos que además son compatibles con las necesidades y retos asociados a la modernidad, como son el cambio climático o la conciliación familiar: pilar central de esta nueva construcción del futuro del trabajo", así enunciaba el secretario autonómico de Empleo y director general de Labora Enric Nomdedéu en 2019 las ventajas de la jornada laboral reducida.
Dos años después, la Generalitat Valenciana y el Servicio Valenciano de Empleo y Formación Labora continúan estudiando los verdaderos beneficios de la implantación de esta nueva jornada laboral, que sustituiría a la actual de cinco días por una nueva de cuatro días sin repercutir en el salario de los empleados y empleadas.
Rafa Climent, conseller de Economía Sostenible, Comercio y Trabajo ha asegurado que muy pronto se pondrán en marcha las ayudas para las empresas que decidan adoptar la jornada laboral de cuatro días. Aún así, ha querido remarcar que es un proyecto totalmente voluntario, y cuyo único fin es buscar nuevas vías que permitan mejorar la eficiencia de las empresas valencianas y la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores sin que las empresas pierdan competitividad.
Desde la Generalitat se muestran seguros y confían en las posibilidades del proyecto. De hecho, Climent ha expresado que ya cuentan con varias empresas candidatas que estarían dispuestas a adoptar la jornada reducida. Para la implementación han desarrollado un plan piloto que facilitará a las empresas seleccionadas el periodo de transición, que puede durar hasta tres años.
Informe de las universidades valencianas
Ayer se presentó el estudio llevado a cabo por tres universidades de la Comunitat Valenciana en el cual se analizan los puntos a favor y las adversidades a las que podrían enfrentarse las empreses valencianas que establecieran la jornada laboral reducida.
El coordinador del proyecto académico de Avalem Territori que ha llevado a cabo el análisis ‘La reducción de la jornada laboral’, Jorge Hermosilla, ha asegurado que esta jornada es factible, pero siempre y cuando se desarrolle con la ayuda de un proyecto que lidere la Administración. El principal obstáculo es el reducido tamaño de las empresas valencianas. "Es fundamental trabajar en la organización del trabajo, en la formación, en los procesos innovadores, y en la flexibilización", ha añadido Hermosilla.
Otros países
La jornada laboral reducida lleva años funcionando en otros lugares del mundo. En algunos como en Nueva Zelanda, la medida ha sido todo un éxito, y está implantada en muchas empresas. La pionera fue la empresa Perpetual Guardian, que aplica la jornada de cuatro días desde 2018 durante todo el año. Estudios realizados afirmaron que, además de que aumentaron su productividad, una gran parte de los 250 trabajadores de la empresa redujeron sus niveles de estrés.
Microsoft Japón fue la primera multinacional que adquirió esta jornada y también obtuvo unos datos brillantes. Los trabajadores mejoraron la productividad y pudieron compaginar mejor su vida laboral y personal.
En 2016 el gobierno de Islandia implementó la jornada de cuatro días a algunos empleados que trabajaban a tiempo completo en sus dependencias municipales. Después de un año, un estudio reveló que la productividad se había mantenido, a pesar de que los empleados habían permanecido menos tiempo en la oficina.
Los datos revelan, por lo tanto, que cuanto mayor es la empresa en la que se adapta la jornada reducida, mejores son los resultados a corto plazo. Es por ello, tal y como ha dicho Jorge Hermosilla, que en las empresas valencianas que lo soliciten la adaptación de la nueva jornada debe ser progresiva y siempre liderada por un plan piloto de la Administración.