El turismo en la Comunitat Valenciana continúa batiendo récords en términos de cifras, algo que no ha pasado desapercibido para los poderes públicos. La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, asegura que la autonomía es uno de los destinos turísticos más relevantes tanto a nivel nacional como internacional. Así lo demostraron los 28,5 millones de visitantes que se contabilizaron el año pasado. Si bien las perspectivas para este 2024 eran positivas, noticias recientes como el crecimiento de la ocupación hotelera en la comunidad demuestran que las expectativas se han superado con creces.
Pero los números no son lo único que ha conseguido la Comunitat Valenciana en términos de reconocimiento a su actividad turística. Y es que no solo ha sido decretada la ciudad de València como Capital Verde Europea 2024 -convirtiéndose así en la primera población mediterránea en ostentar dicho título-, sino que otra localidad del territorio también ha adquirido un reconocimiento muy importante. Benidorm ha recibido la designación de primer destino ‘smart’ certificado del mundo, es decir, localización pionera del turismo inteligente. No está de más destacar, también, que la Costa Blanca cuenta con el mayor número de banderas azules en sus playas de toda Europa, con un total de 159. En los próximos años, la Conselleria pretende conseguir la certificación de Aenor, la cual dotaría a la Comunitat Valenciana de la exclusividad de ser la primera y única autonomía en ser considerada destino sostenible.
José Manuel Camarero, secretario autonómico de Turisme Comunitat Valenciana, explica que la promoción turística de cara a 2025 busca “contribuir a la desestacionalización del turismo en la región e incrementar el gasto por visitante”. Según Camarero, desde la Conselleria se está impulsando la gastronomía, ya que supone una de las principales motivaciones de viaje a nivel mundial. De hecho, el 25% de turistas que visitan la Comunitat Valenciana lo hacen motivados por la oferta gastronómica, lo cual supone una gran estrategia de desestacionalización.
Asimismo, también se ha recalcado la importancia de apostar por un turismo sostenible. Para relanzar un modelo turístico basado en el respeto medioambiental, el Ayuntamiento de Valencia cuenta con un presupuesto de 7,5 millones con los que financiará el Plan de Sostenibilidad Turística (PSTD). Las principales iniciativas que se conocen de esta propuesta son la construcción de espacios de confort climáticos en instalaciones y zonas de actividad deportiva, el impulso de la movilidad sostenible, la creación de un sistema de señalización inteligente y accesible y la oferta de contenidos digitales en oficinas de información turística.
¿Qué es la turismofobia y cómo se combate?
Pero todas las cosas buenas tienen su parte mala. Y es que el incremento continuado del número de turistas ha fomentado lo conocido como ‘turismofobia’, que no es otra cosa que el rechazo al turismo masivo. Una postura que se ha extendido como la pólvora por el país, especialmente en aquellas comunidades en las que la actividad turística supone, si no el mayor, uno de sus sustentos económicos más importantes.
Con el objetivo de acallar las protestas y frenar las manifestaciones, Turisme Comunitat Valenciana, el Patronato Costa Blanca y la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC) pusieron en marcha la campaña ‘Yo también soy turista’. La iniciativa busca mostrar el nexo que existe entre el turista y el residente, una especie de relación de simbiosis en la que ambos son positivos para el otro. Desde dichos colectivos, indican que todo el mundo es “turista y residente al mismo tiempo” y, por lo tanto, debe de haber un respeto mutuo.
El lema se acompaña de una serie de mensajes empáticos que visibilizan la postura del visitante acompañados de vídeos filmados en enclaves emblemáticos de la Comunitat Valenciana, como Peñíscola, Benidorm o el barrio del Cabanyal de València. Si bien desde HOSBEC no negaron que este operativo era también una campaña de promoción turística, recalcan que la meta principal es concienciar a las dos caras de la moneda: los que vienen y los que viven. “Yo también soy turista, pone de manifiesto el equilibrio existente entre la singularidad del destino y la experiencia inolvidable del viajero”. En esencia, lo que busca la patronal hostelera es alejar a la población del rechazo al turismo y potenciar, en cambio, los valores que consideran que deben perseguir los valencianos: el orgullo a la pertenencia a un lugar, el placer por dar a conocerlo y la hospitalidad.