La situación catastrófica derivada de la DANA ha impactado gravemente en la salud mental de la población valenciana. Tras un mes de la fatídica fecha, Save The Children ha elaborado un informe cuyo foco es atender a la incidencia de este desastre natural en el bienestar de la infancia. Y es que más de 71.000 menores residen en las zonas afectadas por la riada, y muchos de ellos ya habían pasado antes por una pandemia y un confinamiento. La asociación recalca la importancia de atender al estado psicológico de estos pequeños, ya que vivir en un constante estado de emergencia puede provocar problemas graves a largo plazo.
Por este motivo, muchos niños han desarrollado pesadillas, miedo a la lluvia, mutismo e insomnio e incluso ha sufrido ataques de ansiedad. “Hay niños y niñas que se han olvidado de leer y escribir a los 9 años, otros nos dicen que huele a muerto en la calle y no quieren salir de casa", ejemplifica el director de Save The Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández.
En cuanto a los adolescentes, sus reacciones más comunes son los bloqueos emocionales y el rechazo a hablar sobre el tema. Además, algunos están experimentando rabia, confusión y una sensación de tristeza y desolación. Muchos menores en esta franja de edad están optando por aislarse en sus habitaciones con sus dispositivos electrónicos, si es que estos han sobrevivido a las inundaciones. De hecho, en varios casos se han acentuado los trastornos de conducta alimentaria y de ansiedad.
Recomendaciones para familiares
La sobreinformación puede provocar consecuencias negativas en los menores. Por esto, Save The Children aconseja a los padres que controlen el acceso de sus hijos a las noticias. La televisión y las redes sociales pueden, en cierta medida, aumentar la sensación de inseguridad. Cabe destacar, no obstante, que vigilar no es sinónimo de prohibir, ya que resulta contraproducente ocultarles la realidad. Por lo tanto, lo que se debe hacer es explicarles lo que está ocurriendo sin restricciones, pero con un lenguaje adaptado a su edad.
Por otro lado, también puede ser útil tratar de ofrecer a los niños un punto de vista más positivo dentro de la catástrofe. Aunque es complicado de ver debido al impacto material y humano, es importante que se muestre la solidaridad ciudadana y los trabajos que se están llevando a cabo para tratar de solventar la situación.
Atención psicológica
La ONG estipula como fundamental la implementación de medidas de acompañamiento emocional para los menores. Además, es necesario que está atención psicológica se dé en el entorno más próximo a los pequeños. Esto no solo incluye a las familias, sino que también sería conveniente desarrollar programas de formación al profesorado sobre cómo dar apoyo y educación emocional a sus alumnos.
Espacios seguros para la infancia
Tras la DANA, centenares de pequeños se han quedado sin actividad escolar debido a que sus colegios han quedado completamente destruidos. Para dar respuesta a la ausencia de la rutina habitual, Save The Children ha puesto en marcha la instalación de espacios seguros para la infancia en Sedaví y La Torre. En estos espacios, además de psicólogos, también hay educadores y trabajadores sociales, así como pedagogos. Entre todos, ofrecen a los niños un entorno físico y emocional que impulse su bienestar social y personal.
"Aquí no solo están a salvo de riesgos físicos y de cualquier tipo de violencia, también continúan su educación y se les proporciona atención psicológica para que puedan procesar sentimientos de miedo, pérdida y ansiedad en un ambiente seguro. Después de una tragedia como la que han vivido, en estos espacios pueden volver a ser lo que son: niños y niñas", explica Hernández.