Los problemas de salud mental en niños y niñas siguen aumentando año tras año y así lo revelan los datos del último informe publicado por la Fundación de Ayuda a Niños, niñas y Adolescentes en Riesgo (ANAR) en el que se analizan las atenciones en la infancia y la adolescencia que se hicieron en 2023 en la Comunitat Valenciana. Unas atenciones cuyo primer aviso fue una llamada al teléfono 116111, el teléfono de Atención a la Infancia y Adolescencia en territorio valenciano, que permitieron atender 19.602 peticiones y ayudar a un total de 2855 menores de edad.
Aunque la violencia y el maltrato físico o psicológico fueron la causa mayoritaria de motivos por los que, tantos menores como adultos, acuderon a este teléfono en busca de ayuda, los problemas de salud mental en las etapas iniciales fueron el motivo del 26,4 % de las comunicaciones. Entre las razones por las que los menores valencianos solicitaron ayuda al teléfono gestionado por ANAR se encuentran la tristeza, el duelo, las autolesiones o diversas patologías como la depresión, la ansiedad o los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
Entre todos estos motivos, destaca sustancialmente que las llamadas de un niño, niña o adolescente para alertar sobre ideaciones o intento de suicidio representaron el 13,9 % de las comunicaciones recibidas acerca de temas relacionados con la salud mental. Una cifra que resulta preocupante tanto para los padres y madres como para las administraciones públicas, ya que “la primera causa de muerte en infantes y adolescentes en la Comunitat Valenciana es ahora mismo el suicidio y esto nos tiene que hacer reaccionar”, aseguró ayer durante la presentación del informe de ANAR Susana Camarero, consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda.
Acciones del Plan de Salud Mental para la infancia y la adolescencia
Al respecto del estado de la salud mental de los más pequeños, Camarero aseguró que desde su conselleria ya se está trabajando, en colaboración con los departamentos autonómicos de Sanidad y el de Educación, en implantar las medidas dirigidas a la población infantil que están previstas en el Plan de Salud Mental aprobado por el Ejecutivo valenciano a principios de este año 2024. Se trata de un documento que establece la hoja de ruta que se seguirá en materia de mejora de la salud mental entre 2024 y 2027, un proyecto de legislatura que invertirá un total de 238,8 millones de euros en los próximos cuatro años.
Entre las acciones dirigidas a la infancia y adolescencia que establece este plan se encuentran incluir los mecanismos necesarios en la Cartilla de Salud Infantil para poder detectar precozmente la depresión en niños; implantar un programa de prevención y educación socio-emocional en la ESO; la creación progresiva de Servicios de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia o la creación de 23 hospitales de día infantiles para pacientes de menos de 18 años.
En el medio escolar, el Plan también contempla la creación de 22 unidades de detección precoz, una por cada departamento de salud, que se encargarán de detectar e intervenir inicialmente ante los problemas de salud mental del alumnado; asimismo, estas unidades también tendrán previsto la orientación y apoyo específico al profesorado y también se han conveniado programas formativos dirigidos a estos. Un elemento clave porque “si los docentes no están sensibilizados y no saben cómo detectar si un niño está sufriendo es muy difícil que puedan actuar”, añadió la consellera del área.
Aún así, Susana Camarero destacó que la labor de velar por la salud mental del alumnado no será única función de profesores y docentes, sino que el personal de enfermería que estará en los centros educativos valencianos de cara al próximo año académico tendrá un papel fundamental. “El próximo curso queremos que haya enfermeras escolares en los colegios y estamos trabajando de la mano de la Conselleria de Educación y Sanidad para que sea posible”, declaró.
Los colegios e institutos tendrán una función protagonista para abordar de manera primeriza los casos de trastornos de salud mental, pero el trabajo y la concienciación también debe hacerse extensible en el entorno familiar. “Es fundamental trabajar también con las familias porque si solo abordamos la situación trabajando en los centros o con los menores este se queda a medio camino”, añadió. Una tarea de concienciación que el plan establece que se podrá desarrollar a través de una escuela en línea en la que se formará a los padres y madres en salud mental y adicciones a lo largo de todo el curso escolar.