Sociedad

El precio de los grafitis en los trenes de Renfe: 1 millón de euros en limpieza y retrasos en el servicio

La compañía ferroviaria Renfe revela que en 2023 se invirtieron 700 horas en limpiar y renovar los convoyes que habían sido vandalizados

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Dos operarios limpian un tren de Renfe que ha sido pintado

Encontrarse con trenes o convoyes de Renfe repletos de grafitis o pintadas es una imagen que ya forma parte del imaginario colectivo social. A pesar de ello, sigue siendo una de las mayores problemáticas a las que se enfrentan las compañías ferroviarias, como Renfe, ya que dificultan que el servicio de trenes se desarrolle con sin incidentes.

De acuerdo con los datos publicados por Renfe, en 2023 se pintaron más de 3600 metros cuadrados de superficie en trenes únicamente en la Comunitat Valenciana. Una situación que obligó a Renfe a gastar 1,14 millones de euros (3100 euros de media diarios) en tareas de limpieza de los vehículos. Asimismo, en esta partida millonaria también se incluyen los gastos en seguridad como la contratación de personal o la instalación de cámaras. 

A escala nacional, estas cifras aumentan de manera exponencial, ya que el pasado año fueron 80.000 metros cuadrados de superficie en trenes los que fueron presa de la pintura. Una conducta de vandalismo que supuso un gasto de 25 millones de euros, unos 70.000 euros cada día, para restaurar los convoyes afectados.

En el conjunto de España, la presencia de personal de seguridad de Renfe evitó que las pintadas fueran de mayor dimensión, además de abortar 1.194 incursiones grafiteras. Como consecuencia de las actuaciones e investigaciones realizadas por el personal de seguridad de Renfe y por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en 2023 se consiguió identificar y poner a disposición judicial a los presuntos autores de 124 grafitis.

Retraso de trenes, frenazos de emergencia y convoyes sin circular

La empresa ferroviaria calcula que los operarios de limpieza estuvieron unas 700 horas en total eliminando los grafitis y la pintura de los trenes; y durante esos trabajos de restauración, los trenes minvando así la cantidad de ferrocarriles en circulación y reduciendo las frecuencias de paso en las estaciones.

Un tren de Cercanías de Renfe en València

Además de la reducción de trenes en circulación y el gasto en limpieza, las pintadas en los trenes ocasionaron molestias a los pasajeros, ya que muchos convoyes grafiteados seguían funcionando, pero los viajeros se ven obligados a estar dentro de trenes oscuros, ya que la pintada dificulta el paso de la luz a través de las ventanas.

En esa misma línea, Renfe denuncia que estos comportamientos "incívicos" también provocan frenazos de emergencia de los vándalos para pintar durante un trayecto; y, como consecuencia, el olor a producto químico empleado para pintar se cuela en el interior de los vagones. Aún así, el efecto negativo más destacado que se deriva de estas conductas vandálicas continúa siendo el retraso en los trenes y las interrupciones del tránsito de convoyes.