En una noche llena de emociones y simbolismo, Paiporta ha sido testigo de la quema de la falla solidaria SOM, un homenaje conmovedor a los municipios afectados por la DANA del 29 de octubre. Vecinos y falleros de l'Horta Sud se congregaron en la Plaza de la Iglesia para presenciar la tradicional 'Cremà', un acto que ha representado la resiliencia y la unidad de la comunidad tras las devastadoras inundaciones.
La falla, una obra creada por David Sánchez Llongo y diseñada por Lola García, se ha erigido como un símbolo de fortaleza y solidaridad. A través de su imponente estructura, la pieza ha rendido tributo a todas las personas y sectores vinculados a las Fallas que sufrieron los estragos del temporal. En palabras de sus creadores, ha representado "la capacidad inagotable de reconstruir, regenerar y avanzar unidos, como un solo corazón".
El espíritu fallero que nunca se apaga
Con una impresionante estructura de 12 metros de altura, la falla SOM presentaba un cuerpo central compuesto por manos que sostenían llamas de varilla, iluminadas desde su interior. Estas llamas simbolizaban "el espíritu fallero que nunca se extingue", brillando en la oscuridad como una poderosa metáfora de la luz que mantiene unida a la comunidad en los momentos más desafiantes.
En la base de la falla, se encontraban inscritos los nombres de todas las localidades afectadas por la DANA, en relación a la fortaleza y resistencia de cada una de ellas. Como elementos complementarios, el monumento incluía figuras que representaban a ciudadanos anónimos, protagonistas silenciosos de la recuperación: una pareja de falleros voluntarios y una madre con su hijo, reflejando el esfuerzo colectivo para devolver la esperanza a quienes lo perdieron todo.
El diseño de las figuras evitaba rasgos específicos para convertirlas en un símbolo universal de solidaridad. Todas compartían una línea recta, representación del barro que cubrió las calles, pero que también se transformó en la señal de la unión entre quienes ofrecieron ayuda desinteresada. "El barro nos igualó a todos, pero la solidaridad nos hizo más fuertes", explicaban los organizadores.
Un mensaje de gratitud y hermandad
En el centro de la falla destacaba una sola palabra que lo resumía todo: SOM (somos). Un recordatorio de que, juntos, "somos pueblo, somos Fallas y somos 'germanor'". En la parte trasera del monumento, se reservó un espacio especial para agradecer a todas las personas que, desde el primer instante, dejaron todo para prestar ayuda. "Hombres y mujeres que llegaron de diferentes lugares con un único objetivo: ofrecer lo mejor de sí mismos para los demás, sin condiciones ni reservas", destacaba la explicación de la falla.
El programa de actividades del proyecto SOM comenzó el viernes 21 de marzo con la iniciativa 'Foc al Barranc', en la que más de cien comisiones y entidades dispararon fuegos artificiales de manera sincronizada, gracias al impulso del colectivo Pòlvora a la Vespra. El sábado 22, las actividades arrancaron con visitas guiadas a la falla.
Por la noche, a partir de las 22:30 horas, un desfile de juntas locales falleras de l'Horta Sud y otros municipios afectados sirvió como preludio a la gran 'Cremà'. Falleras y falleros desfilaron acompañados por las bandas de música de Paiporta, la Primitiva y la Unió Musical, en un emotivo acto de cierre.
La 'Cremà' dio inicio unos minutos antes de la medianoche y fue la la fallera mayor de Convento Jerusalén, Carmen Prades, quien tuvo el honor de encender la mecha que daría paso a la gran hoguera. El programa solidario y cultural de SOM continuará hasta junio, con actividades destinadas a visibilizar y apoyar al sector fallero afectado por la DANA.