La apuesta por la movilidad sostenible de Ontinyent da sus frutos. Y es que la gratuidad del bus urbano impulsada el 1 de enero de 2020 ha quintuplicado su uso en estos casi tres años. Las previsiones del consistorio de la capital de la Vall d’Albaida es que 2022 concluya con 150.000 usuarios anuales, cuando en 2020 apenas se llegaba a los 30.000. Una cifra que todo apunta a que se alcanzará, ya que actualmente se supera la media de 12.700 usos mensuales al que llevamos de año (114.650 de enero a septiembre).
El Ayuntamiento de Ontinyent fue pionero en introducir este servicio sin coste para la ciudadanía, una iniciativa a la que ahora se suman diversas ciudades de la Comunitat Valenciana debido a las ayudas que ofrece la Generalitat Valenciana (sufraga el 50% del coste) dentro de la lucha contra los efectos que tiene la inflación en el conjunto de la ciudadanía.
Un incremento del uso del servicio en Ontinyent que ha sido progresivo pese a la pandemia, ya que en 2020 se llegó a los 95.000 usuarios y usuarias y en 2021 fueron 122.800. Un aumento del uso que ha ido acompañado de mejoras como la incorporación de dos nuevos vehículos más accesibles o la mejora de las marquesinas.
Ampliación de horarios y modificación del recorrido
Así, la municipalización del servicio y su posterior gratuidad ha impulsado su uso por lo que, desde este mes de octubre, se van a ampliar sus horarios. “Cada vez son más personas las usuarias y en concordancia con esto vayamos a ampliar horarios, que podemos continuar ampliando según las necesidades", incide Inma Ibáñez, concejala de Transporte.
Concretamente, el bus urbano de Ontinyent estará en marcha por las mañanas de 7:30 a 14:30 horas y de 15:30 a 20:00 horas, pasando a las 20:05 por el polideportivo para bajar a las personas usuarias que estén en la parada. Además, se han hecho algunos cambios al recorrido, cambiando la parada situada en la avenida Daniel Gil, 53 por otra en la avenida de Albaida, 35, mejorando la conexión con la parada del bus interurbano.
Vertebración de la ciudad
El aumento del uso del transporte público en Ontinyent ha permitido reducir en alrededor de 10 toneladas de las emisiones de CO₂ a la atmósfera y la descongestión del tráfico. Además, ha mejorado la comunicación entre los diferentes barrios y ha ayudado a viajar a las personas con recursos limitados o sin alternativas de desplazamiento.
Unas personas beneficiadas que, en su mayor medida, son mujeres. Un estudio realizado apunta que las mujeres duplican a los hombres en cuanto a uso del bus urbano. En ambos casos el perfil mayoritario es el de una persona que no dispone de coche para realizar el trayecto, de más de 51 años, y que utiliza el transporte público para ir a comprar, seguido de ir a recibir atención vinculada con la salud como por ejemplo al médico, dentista o fisioterapeuta.