El Ayuntamiento de Burjassot ha dado un paso más en la regulación del cuidado de mascotas en espacios públicos al iniciar el análisis del ADN de muestras de heces caninas. Esta acción sigue al registro de genotipos de los perros de la ciudad, como parte de una amplia campaña para hacer cumplir la Ordenanza de Tenencia de Animales.
El proceso implica la toma de muestras por parte de la Policía Local y trabajadores del servicio de limpieza y mantenimiento, que luego son sometidas a análisis de ADN. Si las muestras coinciden con los perfiles genéticos almacenados en la base de datos municipal, los propietarios serán sancionados con multas que van desde los 601 hasta los 6.000 euros.
La medida responde a la necesidad de garantizar una convivencia armoniosa entre los dueños de mascotas y el resto de la ciudadanía, así como de proteger la salud y el bienestar de los animales. Según el alcalde de Burjassot, Rafa García, esta iniciativa busca hacer cumplir la ordenanza y profundizar en la concienciación ciudadana sobre la importancia de recoger los excrementos de los perros de la vía pública.
Estas extracciones de muestras se realizarán de manera regular y aleatoria en distintos espacios y vías públicas del municipio. La Policía Local supervisará el proceso y tramitará los expedientes correspondientes. Además, la Policía ha llevado a cabo una campaña informativa para identificar a los propietarios de mascotas sin ADN, con más de 200 animales ya dados de alta en el registro.
El banco de ADN también servirá como herramienta para combatir el abandono de mascotas. A través del censo por ADN, se podrá identificar a los propietarios responsables de dejar a sus animales en la calle, facilitando así una persecución más efectiva de estos actos de crueldad.
Además de la recogida de excrementos, se controlarán otras obligaciones establecidas por la ordenanza, como la de portar una botella para limpiar los orines de los perros y llevar a los animales sujetos con correas en espacios públicos.