Labora, Servei Valencià d’Ocupació i Formació, a través de la asociación Alanna, va a atender a 99 mujeres víctimas de trata, explotación sexual o violencia de género, mediante un programa de inserción sociolaboral cuyo objetivo es lograr su formación integral e incorporación laboral.
En 2022, 49 de las mujeres que han participado en estas actuaciones han conseguido alcanzar la fase de formación con contratación laboral. El próximo año 2023 esta iniciativa se renueva con la atención al resto de mujeres que completarán el programa.
Este programa establece ayudas a la participación, en forma de becas, para facilitar la conciliación de estas mujeres, de manera que puedan compatibilizar su asistencia a las diferentes acciones formativas con la atención de sus obligaciones familiares. Estas ayudas ascienden en la fase previa a 3.000 euros, repartidos en 500 euros al mes durante seis meses.
A continuación, durante la fase de formación con compromiso de contratación, la cantidad es de 5.760 euros, divididos en 960 euros durante seis meses.
Del mismo modo, las empresas participantes en este programa de atención a mujeres víctimas de trata, explotación sexual o violencia de género, reciben una ayuda para el fomento de empleo que asciende a 1.500 euros por mujer contratada.
De esta manera, el coste total de cada itinerario alcanza los 20.000 euros por mujer participante. Estas ayudas cuentan con la financiación de la Unión Europea a través de los fondos extraordinarios del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
Convenio de Labora con Alanna
Labora suscribió un convenio con Alanna con el objetivo de poner en marcha este tipo de iniciativas, que para que alcance a las personas destinatarias requiere de la participación de una entidad que esté en contacto directo con un colectivo de tan difícil acceso y que se encuentra en una situación de vulnerabilidad tan extrema.
Por este motivo, la asociación Alanna es la que reúne todas las condiciones para que todas estas actuaciones lleguen a materializarse y presten el servicio asistencial que estas mujeres requieren para poder insertarse no solo laboralmente sino también como personas.
La formación que reciben tiene un carácter personalizado, en el que se cuenta con las expectativas personales de cada mujer, siempre en función de la realidad de sus capacidades, potencialidades y habilidades.
La colaboración del tejido empresarial valenciano ha sido muy destacable, y de hecho se han alcanzado convenios y sinergias con muchas empresas, que han posibilitado que muchas mujeres hayan alcanzado ese fin último de insertarse personal y profesionalmente.