La ciudad de València se ha convertido en los últimos años en un gran puerto que recibe cada año a millones de estudiantes que buscan vivir su etapa universitaria en la capital valenciana. Un incremento exponencial de alumnos, tanto nacionales como internacionales, que no ha ido de la mano de un aumento de alternativas habitacionales para alojar a, sobre todo, aquellos que no residen habitualmente en la ciudad. Si se hace una radiografía de la coyuntura actual se puede descubrir que se han reducido las habitaciones para alquilar en pisos compartidos, ya que estos adoptan ahora otros modelos más rentables como los apartamentos turísticos.
Asimismo, la subida del precio de los alquileres en la capital valenciana ha provocado que el estudiantado universitario se plantee otro tipo de alternativas para vivir durante el curso. “En estos momentos el precio del alquiler en nuestra ciudad está alto en comparación con la década anterior, principalmente debido a que se destinan muchos pisos para alquiler turístico y la rentabilidad de estos alquileres es mayor. Esto repercute, como es obvio, en el alquiler de estancia intermedia para estudiantes. Antes salía mucho más económico para un estudiante residir en un piso compartido, pero actualmente ya no lo es”, explica Lorena Larrañaga, directora de la residencia que Resa ha abierto en la playa de la Patacona.
La llegada masiva de estudiantes (muchos de ellos Erasmus o de programas internacionales) y la bajada del número de habitaciones a un precio relativamente asequible en pisos compartidos se convierte en un binomio cuyo resultado se traduce en el crecimiento de las plazas en nuevas residencias universitarias en la ciudad como las creadas por Resa o Nido Living. Una condición que también se ha visto acelerada en los últimos años gracias a los informes que destacan que en València la demanda de residencias universitarias supera la oferta que actualmente se sitúa en 1 plaza por cada 28 alumnos.
Resa, un modelo de éxito en Valencia
Precisamente, Resa es una de las empresas especializadas en este tipo de alojamiento para estudiantes que ha visto en València una oportunidad de negocio y de expansión y ya cuenta con tres residencias operando: la Residencia Damià Bonet, Residencia La Concepción y La Patacona. Todas ellas, en total suman 1000 camas, y se encuentran en entornos privilegiados por su cercanía a los campus de la Universitat Politècnica (UPV) y la Universitat de València (UV).
En ellas, los estudiantes pueden encontrar habitaciones individuales con baño privado en las que las zonas comunes, como la cocina, son compartidas. Además, Resa también ofrece estudios individuales de un mayor tamaño y en los que la cocina ya se encuentra dentro del mismo espacio. En cuanto a los precios, estos fluctúan entre los 776 euros al mes por una habitación individual hasta los 1062 euros que cuesta un estudio individual exterior con cocina incorporada.
Sin embargo, lo que más destaca de la nueva generación de residencias de estudiantes que se encuentra ahora vigente es la cantidad de servicios que ofrecen, tanto de limpieza como de ocio. En el caso de los alojamientos de Resa, el precio de las habitaciones incluye los gastos de suministros como luz, agua y gas, una limpieza semanal de la habitación, la conexión a internet, el cambio semanal de toallas y sábanas y la utilización de las zonas comunes. Además, Resa también cuenta con la posibilidad de contratar regímenes de media pensión y pensión completa, donde todas las comidas del día están incluidas.
Carolina Freije es una de las jóvenes que han elegido Resa Patacona para vivir; y aunque es de A Coruña, escogió València para completar su formación superior por “el clima, la localización y la calidad de la universidad”. En cuanto a las ventajas que supone alojarse en una residencia de estudiantes, Freije destaca “la seguridad, la convivencia con otros compañeros para socializar y todos los servicios que ofrece porque eso hace que la vida diaria sea más fácil y cómoda, sobre todo en época de exámenes”. En la parte contraria, Carolina especifica “que no existen contras como tal”, aunque sí que hay diferencias respecto a un piso compartido como los horarios de obligado cumplimiento o las normas de convivencia “algo que en los pisos no sucede”, concluye.
A pesar de sus pros y sus contras, las cifras suscriben el éxito de este modelo habitacional, ya que “de las tres residencias dos están casi completas al 100% y la tercera tiene un nivel de ocupación muy alto para estas fechas”, explica la directora de Resa Patacona. Unas reservas que cada vez se realizan con más anticipación: “Antes las familias esperaban tener confirmación por parte de las universidades de la admisión, pero ahora prefieren dejarlo todo atado antes de acabar el curso . El hecho de que los importes entregados como depósito sean devueltos en caso de no admisión hace que reserven antes sin miedo a perder el dinero”, añade Lorena Larrañaga.
Nido Living Malvarrosa, entre un hotel y una residencia estudiantil
Con la empresa Nido Living, la idea de residencia de estudiantes tradicional ya ha trascendido lo conocido hasta ahora, ya que esta compañía apuesta por el concepto de ‘flex living’ que, según explica Alejandro Fernández, General Manager de Nido El Porvenir (Sevilla), “este junta lo mejor de una residencia de estudiantes con lo mejor de un hotel". “‘Flex Living’ es un concepto relativamente novedoso que está ahora mismo en auge y ofrece espacios para todo tipo de personas y estancias, corta o larga”, añade Fernández.
Un concepto que aterrizará en València el próximo mes de septiembre cuando concluyan los trabajos de construcción de este nuevo espacio que nace como una alternativa residencial para estudiantes universitarios —debido a su cercanía al Campus de Tarongers— pero también ofrece la posibilidad de albergar a turistas que visiten la capital valenciana o incluso a los denominados nómadas digitales cuyo empleo les permite teletrabajar y moverse de un punto a otro.
Los alojamientos que Nido Living Malvarrosa oferta tienen un precio al mes de entre 780 y 1060 euros y son apartamentos individuales en los que la cocina y el baño son privados y todos los servicios “están incluidos, incluso el mantenimiento, por lo que los gastos cada mes están más controlados”. “Nuestros apartamentos tienen todas las comodidades de un piso, pero añadiendo otros servicios de una residencia o un hotel como sala de cine o gimnasio”, detalla Fernández, quien se encuentra gestionando los trabajos de construcción de la nueva residencia de Nido Living en València.
En concreto, el complejo residencial se ubicará en las proximidades de la playa de la Malvarrosa y los campus universitarios e incluirá 253 camas en seis plantas, además de zonas comunes como cine, gimnasio, restaurante y comedor, terrazas exteriores, salas de estudio y áreas de 'co-working'. "Los apartamentos son muy espaciosos y los cambios de toallas y de sábanas están incluidos en el precio, también la limpieza, hay servicio de desayuno continental como en los hoteles y también la posibilidad de tener media pensión o completa", concluye el General Manager.