Las farmacias de la Comunitat Valenciana darán un paso adelante en la lucha contra la violencia de género al convertirse en puntos violeta, gracias a una colaboración entre la Delegación del Gobierno en la región y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF). El objetivo principal de esta iniciativa es facilitar la detección precoz de casos de violencia machista, especialmente en las zonas rurales, donde las farmacias son a menudo el servicio público más accesible para los y las residentes.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha sido la encargada de anunciar este miércoles la nueva medida tras una reunión con el presidente del MICOF, Jaime Giner. Bernabé ha resaltado el compromiso del colegio farmacéutico con esta causa y ha subrayado la importancia de unir fuerzas para crear una red de apoyo a las mujeres en situación de riesgo.
“Tras esta toma de contacto, vamos a trabajar juntos y de manera coordinada para que las farmacias de la provincia de Valencia, y en general las de toda la Comunitat Valenciana, sean puntos violeta”, ha señalado Bernabé. Asimismo, ha hecho hincapié en la necesidad de formalizar un protocolo general de actuación en el marco de esta colaboración. Este protocolo incluirá la participación de las tres Subdelegaciones del Gobierno en el territorio valenciano, garantizando una actuación homogénea en toda la autonomía.
Papel clave de las farmacias en la detección precoz
El MICOF, que agrupa a los profesionales farmacéuticos de la provincia, jugará un papel clave en esta estrategia, dado el reconocimiento y la confianza que las farmacias generan en la ciudadanía. Además, en las áreas rurales, las farmacias son en muchos casos el primer y único contacto con el sistema de salud para muchas personas, lo que las convierte en un recurso fundamental para detectar posibles casos de violencia machista.
“Las farmacias son una de las entidades más reconocidas por la ciudadanía. En las zonas rurales, desempeñan un papel fundamental como servicio público de atención para las personas que viven en municipios alejados de los núcleos más poblados”, ha afirmado Bernabé, destacando la relevancia de este proyecto en áreas donde los recursos contra la violencia de género son más limitados.
La sociedad civil, también un punto violeta
La delegada del Gobierno ha aprovechado la ocasión para subrayar la importancia de la implicación de toda la sociedad en la lucha contra la violencia de género. “Es crucial que cada una de nosotras y nosotros ejerzamos de punto violeta para proteger a las mujeres ante una situación de peligro”, ha indicado. Este enfoque busca que todos los ciudadanos se conviertan en agentes activos en la detección y prevención de la violencia machista, complementando los esfuerzos de las instituciones.
Bernabé también ha destacado la necesidad de que todas las administraciones trabajen de manera coordinada para garantizar la efectividad de esta y otras iniciativas. “Debemos exigirnos a todas las administraciones que nos coordinemos y que trabajemos como un pacto de Estado real, de todas y todos, en contra de este terrorismo machista que mata a las mujeres por el mero hecho de serlo”, afirmó con contundencia.
El siguiente paso será el desarrollo de un protocolo de actuación que establecerá las pautas para que los farmacéuticos puedan identificar y actuar en casos de violencia de género.