Los trabajos de retirada de residuos, enseres y lodos, así como la limpieza de vías públicas en las localidades perjudicadas por la DANA, han sido objeto de debate por parte de los colectivos sanitarios. Y es que hace poco se conoció que las aguas estancadas en el barro podían causar graves problemas de salud pública, como es el caso de la leptospirosis, una enfermedad que ya ha causado dos contagios en València.
Además, ahora que la mayoría del agua se ha achicado en todas las viviendas afectadas, ha surgido la problemática del moho. Por este motivo, el Centro de Coordinación de Emergencias ha establecido hoy una serie de recomendaciones para la eliminación completa del hongo de forma segura.
Primeramente, resulta aconsejable hacer uso de lejía utilizando una proporción 1/10 (es decir, 1 tapón de lejía por cada litro de agua) para realizar la limpieza de objetos, paredes, suelos y techo. En esencia, cualquier enser que haya podido resultar contaminado por el moho. Ante esto, es primordial la utilización de guantes y gafas protectoras para evitar la irritación en la piel por el carácter corrosivo que tiene la lejía.
Además, cabe recordar que la lejía es un líquido que, bajo ningún concepto, debe mezclarse con otros productos de limpieza como puedan ser el amoniaco, el salfumán o el vinagre. De lo contrario, pueden emitirse vapores tóxicos que no solo contribuyen a la contaminación del medio ambiente y la atmósfera, sino que también pueden llegar a irritar mucosas, piel o, incluso, vías respiratorias.
Junto con estos consejos, expresados por la directora general de Prevención de Incendios Forestales, Rosa Tourís, también se ha hecho hincapié en continuar haciendo caso a las recomendaciones sanitarias que se indicaron al principio de la DANA. Estas atienden al uso de mascarilla, guantes, manga larga, botas y protección ocular en las labores de limpieza, así como en la desinfección de manos a la hora de manipular alimentos y el consumo de agua embotellada.