València ha sido sede del V Encuentro Internacional de Rectores Universia cuyas dos jornadas se han celebrado esta misma semana en la Ciutat de les Arts i les Ciències. Un evento de ámbito universitario que ha reunido a más de 700 dirigentes de rectorados de universidades nacionales y también internacionales, ya que la presencia de países extranjeros se ha situado en los 14 territorios.
Así, este encuentro realizó su edición número cinco en València, ciudad en la que conviven casi una decena de instituciones universitarias. Bajo el lema 'Universidad y Sociedad', esta cumbre pretendía convertirse en un espacio de debate donde descifrar cuáles son las claves para que la universidad vuelva a ser un motor de progreso para la sociedad.
En ese sentido, una de las conclusiones a las que se llegó durante la reunión fue la necesidad de que las entidades universitarias recuperen su función de "faro que ilumina el camino hacia el progreso", detalló Mavi Mestre, rectora de la Universitat de València y presidenta del Comité Académico del Encuentro.
Un tarea que se debe fomentar más aún en la actualidad estando inmersos en una coyuntura social y económica marcada por conflictos bélicos como la guerra entre Ucrania y Rusia o la inestabilidad económica causada por la inflación.
La universidad "siempre ha jugado un papel determinante en el avance de la sociedad" y ahora hay que afrontar "enormes desafíos sociales y medioambientales que demandan con urgencia soluciones creativas, innovadoras y transformadoras", confirmó Mestre.
Firma de la 'Declaración de València'
Precisamente, con el objetivo de reforzar la capacidad transformadora de la universidad en todos los ámbitos, en el encuentro se firmó la 'Declaración de València', un documento en el que se exponen las claves para "desarrollar estrategias, evaluar iniciativas e implementar planes futuros".
En ese sentido, esta declaración incluye tres ejes en los que deben trabajar las universidades en los próximos años. En primer lugar, el fomento del aprendizaje a lo largo de la vida con la introducción de nuevos formatos que se adapten a las necesidades formativas de un alumnado cada vez más diverso y flexible.
Además, la 'Declaración' contempla también potenciar el emprendimiento durante la etapa universitaria para buscar soluciones "a los retos presentes y futuros" y que los resultados de la investigación en el seno de las universidades se puedan implementar en beneficio de la sociedad.
Por último, también se trabajará para tejer redes colaborativas entre las universidades, los gobiernos y otras industrias y en potenciar la movilidad geográfica del estudiantado para "promover el intercambio, enriquecimiento cultural y la educación abierta e inclusiva", detalla el documento.