No es ninguna novedad conocer que el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los mayores retos para la juventud. Factores como el elevado coste de los alquileres, la precariedad laboral y la falta de oferta de viviendas asequibles dificultan a las generaciones actuales independizarse y formar sus propios hogares. De hecho, la edad media de emancipación en España en 2023 era de 30,4 años, dato que contrasta con los 26,3 años de Europa.
Específicamente en la Comunitat Valenciana, la tasa de personas jóvenes independizadas de sus familias el año pasado alcanzaba el 16,5%. Si bien se trata del porcentaje más alto en la región desde 2020, se encuentra medio punto por debajo de la media nacional, según indica el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).
La presidenta del CJE, Andrea González Henry, opina que, a pesar de que haya subido el número de jóvenes que se ha emancipado, este dato no es positivo, ya que se están independizando en peores condiciones. “Nos emancipamos lejos de casa, obligados por la falta de empleo digno en los lugares donde la vivienda es más asequible y por la falta de alojamientos de calidad allí donde se encuentra el empleo. Tenemos los alquileres más altos de la historia”, expresa.
El 75% de los valencianos se ven obligados a esperar hasta más de los 30 para poder independizarse totalmente. Y es que en 2022, la autonomía valenciana era la segunda comunidad española con menor cantidad de jóvenes emancipados, con un porcentaje ligeramente mayor (20%) en mujeres que en hombres (11%).
Datos del Observatorio de Emancipación Juvenil de la Comunitat Valenciana reflejan que, hace dos años, el 51,7% de los jóvenes que estaban independizados residían en viviendas de alquiler. De estos, el 35,5% lo hacía compartiendo piso y el 16,7 de los que viven fuera del hogar en el que crecieron lo hacen en casas heredadas o donadas por miembros de la familia.
Sueldo vs. alquiler
Actualmente, el precio del alquiler en la Comunitat Valenciana ronda los 800 euros. Se trata del precio más alto registrado hasta la fecha, y supone un incremento del 18,4% respecto al año anterior. Por provincias, si un joven opta por compartir piso en València, aproximadamente la renta de una habitación constituye el 42,2% del salario medio joven. En Alicante, por su parte, es el 38,1% y, en Castellón, el 30,4%.
Resulta estremecedor, por tanto, darse cuenta de que las generaciones actuales valencianas están destinando hasta el 88% de su salario en alquileres en solitario, cuando el Banco de España aconseja que no se dedique más del 30%. Un sueldo que, en el mejor de los casos, solo alcanza los 11.000 euros anuales netos.
Pero todavía es peor si se tiene en cuenta el hecho de que, para que una persona joven asalariada de la Comunitat pueda adquirir una vivienda, es necesario que esta perciba unos ingresos mínimos de 20.000 euros. Es decir, que deberían cobrar el 150% de su sueldo actual para poder acceder a la compra de una casa digna. Así, siguiendo con esta idea, un joven valenciano tendría que ahorrar su salario completo durante 4 años solamente para poder dar la entrada aún piso, esto teniendo en cuenta que en su contrato laboral se cumpla el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Además, la situación se agrava por el endurecimiento de las condiciones de acceso a financiación hipotecaria. Por otro lado, tener estudios tampoco garantiza facilidades a la hora de obtener la emancipación, ya que solo el 22,9% de los jóvenes que han completado una Formación Profesional Superior o estudios universitarios han podido independizarse. Esto, sumado al empleo precario en jóvenes, donde predominan los contratos temporales, las prácticas no remuneradas y los salarios bajos, hace muy complicado que las generaciones actuales dejen de vivir con sus padres a corto y medio plazo.
Francisco Javier Muñoz, secretario y responsable del área Socioeconómica y de Derechos Humanos, indica que “es totalmente imposible que una persona joven pueda vivir sola sin ayudas; compartir piso ya no es un acto voluntario, sino una obligación”. Asimismo, el portavoz pide a las instituciones que busquen soluciones para paliar esta problemática lo antes posible.
Desde el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ), han asegurado que están trabajando en una nueva Estrategia Valenciana de Juventud 2025-2029. Aunque, según han informado fuentes del IVAJ, se incluirán medidas impulsoras a las políticas de emancipación, todavía hay que esperar hasta marzo del año que viene para que se dé algún tipo de respuesta a la insostenible situación.
En esencia, las dificultades de acceso a la vivienda y emancipación que enfrentan los jóvenes valencianos reflejan un problema estructural. La resolución de este desafío requiere una acción conjunta y sostenida entre administraciones, sector privado y sociedad civil para garantizar que las nuevas generaciones puedan construir su futuro con estabilidad y autonomía.