El embalse de Buseo se trata de una de las infraestructuras hidráulicas que más consecuencias negativas ha sufrido tras el paso de la DANA el pasado 29 de octubre. De hecho, el viernes 30 se creó tal incertidumbre ante los riesgos que podía causar el embalse, al día siguiente se evacuó a medio centenar de vecinos de la localidad de Sot de Chera. En respuesta a posibles daños más graves causados por la nueva gota fría, varios drones de la Unidad Militar de Emergencia (UME) llevan unos cuantos días realizando tareas de vigilancia en el enclave, según ha informado la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Susana Camarero.
La también consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, ha asegurado que el nivel del embalse ha descendido considerablemente debido a que sus compuertas han permanecido abiertas varios días. "No tiene peligro hoy, salvo que vuelva a haber lluvias torrenciales o fenómenos que hoy no se están produciendo", ha sentenciado. Además de los drones, que permiten vigilar el estado de la presa en tiempo real, también se ha reforzado la inspección con personal de la UME, para garantizar que se pueda ver aunque los dispositivos electrónicos fallen por el temporal.
Según el último balance realizado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el embalse de Buseo se encuentra actualmente al 51,67% de su volumen total. Por lo tanto, si su capacidad alcanza los 7,5 millones de litros de agua, esto quiere decir que ahora mismo alberga 3,8 millones de litros.
Reparación por 4,7 millones
La situación en la que quedó Buseo tras las torrenciales lluvias del 29 de octubre han obligado a la Conselleria de Agricultura a adjudicar por vía de emergencia las obras para su reparación. La actuación persigue "garantizar la estabilidad de la presa". Estas actuaciones, que cuentan con una inversión de 4,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses, se van a iniciar de manera inmediata con el fin de reparar los daños producidos como consecuencia de la DANA. Esta inversión es la más alta que se ha llevado a cabo en los últimos años en el embalse, como señalaba hace unos días el departamento que dirige el conseller Miguel Barrachina.