Casi mes y medio después de la DANA que asoló la provincia de València el pasado 29 de octubre, muchas personas ven la Lotería de Navidad como la oportunidad de cambiar su suerte ante la situación difícil a la que se están enfrentando. La fecha de la catástrofe ha convertido al número 29 en uno de los más pedidos por los compradores. Así, uno de los primeros décimos en agotarse fue el 29104, seguido del que hace referencia al día de después: el 30104.
Algunos de los gerentes de las administraciones de lotería repartidas por la capital han asegurado que la solidaridad también se está notando en la adquisición de los boletos, ya que mucha gente ha optado por comprar directamente los décimos en las localidades afectadas por la riada, en lugar de hacerlo en su centro habitual.
Además, han reportado que todos los números que comienzan por 29 se acabaron rápidamente, hasta el punto de que tuvieron que elaborar una “estrategia de racionamiento” para sacar los décimos por tandas porque, si no, “volaban”. En algunas administraciones de València, se llegaron a vender hasta 15 series en las primeras semanas tras la gota fría.
El interés traspasa fronteras
En las zonas afectadas, algunas administraciones han reabierto recientemente tras semanas de cierre, enfrentando no solo pérdidas materiales, sino también una caída en las ventas. Sin embargo, la solidaridad ha jugado un papel crucial. Otras administraciones de diferentes puntos del país han colaborado para distribuir los décimos de las zonas más afectadas, ayudando a paliar el impacto económico.
Además, se ha producido un fenómeno a la par inusual que positivo. "Este año hemos recibido llamadas desde el extranjero. Gente interesada en comprar lotería de Valencia nos pregunta por la situación en las zonas afectadas, aunque nosotros no estamos ubicados allí", explica el gerente de una de las administraciones establecidas en la capital.
El auge de las ventas online
La venta online también ha registrado un notable aumento. En algunos lugares, el crecimiento ha ascendido hasta un 200%, pasando de 25 envíos semanales a más de 150. La combinación de solidaridad y esperanza sigue impulsando la búsqueda de un décimo que, para muchos, simboliza mucho más que un simple sorteo.