La desestacionalización de los incendios obliga a un cambio en la prevención: “En un 80% se podrían evitar”

La Generalitat trabaja en la campaña Stop al Foc mientras colectivos ecologistas insisten en renovar el protocolo de prevención

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Incendio en Montitxelvo
Incendio en Montitxelvo

La Comunitat Valenciana se enfrenta a un desafío cada vez mayor debido a la incidencia de incendios forestales que ocurren fuera de la temporada habitual. Este incremento de incendios desestacionalizados está estrechamente relacionado con el cambio climático y ha generado preocupación entre los expertos y las autoridades.

En los dos primeros meses de 2024 se registraban un total de 88 incendios en la región, una cifra alarmante que pone de manifiesto la gravedad del problema. Estos incendios no solo representan una amenaza para la biodiversidad y los ecosistemas naturales, sino que también ponen en peligro la seguridad y el bienestar de los núcleos poblacionales.

El aumento de la temperatura media y la disminución de las precipitaciones, características del cambio climático, crean condiciones propicias para la propagación del fuego durante todo el año. Tradicionalmente, los incendios forestales solían ocurrir principalmente durante los meses de verano, cuando el clima era más seco y caluroso. Sin embargo, es habitual que durante los primeros meses del año se registren incendios cada vez más virulentos, como el reciente de Tárbena, a mediados de abril, provocado por una quema agrícola.

El 80% de los incendios son evitables

Esta desestacionalización de los incendios plantea nuevos desafíos para su prevención y extinción. Por un lado, es fundamental abordar las causas subyacentes de los fuegos, que en su mayoría (más de un 80% según datos de la Comisión Forestal de Acció Ecologista-Agró) son de origen humano. La negligencia, el descuido y las actividades irresponsables, como las quemas agrícolas o el mal uso del fuego, pueden desencadenar incendios devastadores que tienen un impacto duradero en el medio ambiente y en la sociedad.

Para hacer frente a esta situación, es necesario implementar medidas de prevención más efectivas y promover una mayor conciencia sobre el riesgo de incendios forestales en todas las épocas del año. Esto incluye campañas de educación pública, regulaciones más estrictas y la adopción de prácticas sostenibles en el manejo del fuego y los recursos naturales.

En última instancia, la lucha contra los incendios desestacionalizados en la Comunitat Valenciana requiere un enfoque integral que combine la mitigación del cambio climático, la gestión forestal sostenible y la participación activa de la sociedad. Solo mediante una acción colectiva y decidida podemos proteger nuestros bosques, salvaguardar nuestras comunidades y preservar el futuro de nuestra región.

Ante el aumento alarmante de los incendios forestales en la región, la Generalitat Valenciana ha activado en los últimos días la campaña ‘Stop al Foc’, mientras que asociaciones ecologistas urgen a tomar medidas efectivas para prevenir estos siniestros que amenazan tanto a la naturaleza como a las comunidades locales.

Un bombero trabaja en la extinción del incendio forestal (Imagen de archivo)
Un bombero trabaja en la extinción del incendio forestal

Stop al Foc

La Conselleria de Justicia e Interior, a través de la Dirección General de Prevención de Incendios Forestales, ha impulsado estos días una nueva edición de la campaña 'Stop Al Foc'. Esta campaña de concienciación tiene como objetivo principal reforzar el concepto de prevención como herramienta fundamental para evitar incendios forestales.

En esta ocasión, la estrategia de la campaña se ha enfocado en destacar la importancia de la prevención por encima de otros elementos informativos que se han utilizado en ediciones anteriores. Ante un inicio de año caracterizado por altas temperaturas y escasez de precipitaciones, se pretende transmitir de manera clara que la responsabilidad de evitar grandes incendios forestales recae en manos de los ciudadanos.

El mensaje central de la acción es que la sociedad puede sumarse al esfuerzo y la labor que realizan los equipos especializados de prevención y extinción de incendios forestales. Bajo el lema de 'señales de humo', se busca concienciar sobre el hecho de que cualquier columna de humo en áreas forestales puede representar un peligro potencial y debe ser reportada al 112. Pequeñas negligencias como arrojar una colilla, hacer una barbacoa sin las precauciones adecuadas o simplemente descuidos pueden desencadenar tragedias de gran magnitud.

La campaña, en colaboración con los medios de comunicación, tiene el objetivo es sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar medidas preventivas en sus actividades diarias para evitar incendios forestales. La prevención es clave para proteger nuestro entorno natural y evitar la pérdida de vidas humanas, así como de flora y fauna.

Así, con esta acción, la Conselleria de Justicia e Interior busca involucrar a toda la sociedad en la protección de nuestros bosques y montañas. Se espera que la concienciación ciudadana contribuya significativamente a reducir el número de incendios forestales y sus devastadoras consecuencias.

Preocupación por el verano

Carles Arnal, portavoz de la Comissió Forestal de Acció Ecologista-Agró y doctor en biología, afirma que “la inmensa mayoría de incendios que sufrimos son de causa humana, y esto quiere decir que se podrían haber evitado de haber existido una estrategia, una organización y unos medios, mayores y mejores que los actuales, dedicados en la verdadera prevención: evitar los fuegos de origen humano, por definición evitables”. “Pero parece que no tenemos recursos, porque la mayoría de las inversiones de los Planes de Prevención van a parar a otras actuaciones que no evitan los fuegos. Estamos viendo la consecuencia de esa política inadecuada e injustificable”, considera el experto.

Según avisa Arnal, “hay que considerar que enero y febrero son los meses en los cuales estadísticamente hay menos incendios. Si extrapolamos, por ejemplo, los datos de febrero (57 incendios) a todo el año, resultarían casi unos 700 incendios, cerca del doble de la media anual de incendios (un poco por encima de los 400). Considerando que este verano las condiciones climáticas serán más adversas, el panorama resulta muy preocupante”.

Ante ello, colectivos ecologistas reclaman una mejora de las medidas de prevención, que consideran “ancladas en los años 70 y 80”. “No hay ninguna excusa para no dedicar más dinero, más esfuerzos y una estrategia mucho más decidida a evitar los fuegos. No hay ningún motivo para no reforzar más la verdadera prevención, que ahora recibe un porcentaje miserable de las inversiones en los planes de prevención”, insisten desde Acció Ecologista.

Con el cambio climático, la extinción de los fuegos se hará cada vez más difícil. Por ello, es esencial proponer un plan de actuación adecuado para actuar antes de que se inicie. “Cuando tienen que actuar los equipos de extinción es porque ya ha fracasado la primera fase: la prevención, y esta debería ser la prioridad”, finalizan.

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