La Comunitat Valenciana se dirige esta semana hacia un pico de calor. Las temperaturas subirán durante los próximos días y este martes podrán alcanzar hasta los 43 grados en zonas del interior de la provincia. Ante esta situación, se potencia el riesgo de sufrir un golpe de calor.
Desde València Extra lanzamos una serie de recomendaciones para prevenir los problemas de salud causados por las altas temperaturas, así como para identificar y actuar ante un golpe de calor.
En primer lugar, la temperatura idónea en nuestro organismo debe rondar los 37 grados centígrados, ya que si el cuerpo alcanza los 40 ºC o más, nuestro sistema nervioso comienza a alterarse. Aunque cualquier persona se expone a sufrir un golpe de calor, los ancianos y los niños se encuentran entre los grupos más vulnerables.
Los primeros son especialmente delicados, ya que si sufren alguna patología previa, el aumento de la temperatura en su organismo agrava los síntomas de su enfermedad. En cuanto a los niños, también corren riesgo debido a que su sistema termo regulador no se ha desarrollado por completo y, por tanto, acelera la pérdida de líquidos.
El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo y requiere un tratamiento de urgencia. Si no se actúa rápidamente, esta afección puede dañar órganos vitales como el cerebro, el corazón y los riñones, por lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o incluso la muerte.
Evitar la exposición al sol desde las 12 a las 17 horas
Una de las medidas recomendadas es evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, es decir, desde las 12 a las 17 horas. En relación a esto, también resulta imprescindible reducir la actividad física en el exterior e intentar trasladarla durante el mayor tiempo posible a lugares frescos o a la sombra, evitando exposiciones prolongadas y siestas al sol.
Además, la exposición repentina al clima caluroso como, por ejemplo, una ola de calor al principio del verano o un viaje a una región con temperaturas más elevadas, puede potenciar el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el calor. En este caso, es recomendable limitar las actividades durante varios días para permitir que el organismo se acostumbre al cambio.
Permanecer en espacios frescos y ventilados
Otra de las recomendaciones para no padecer este tipo de afección es permanecer en lugares frescos y ventilados. En este sentido, lo ideal sería resguardarse de las altas temperaturas en espacios equipados con aire acondicionado. Si disponemos de uno en casa, es fundamental bajar la temperatura por la noche, ya que el cuerpo se enfría durante las horas de sueño.
Por otra parte, se debe evitar a toda costa permanecer en lugares cerrados y calurosos. Por ejemplo, en el interior de un vehículo estacionado y expuesto al sol, ya que la temperatura asciende rápidamente. Del mismo modo, se debe reducir el uso de aparatos que producen calor, como el horno, la tostadora o el secador, ya que provocan el aumento de la temperatura ambiental.
Consumir abundante agua y evitar las comidas copiosas
También resulta fundamental beber agua de forma frecuente, ya que el golpe de calor se caracteriza por la pérdida de líquidos y sales en el organismo. Si no existe una restricción hídrica por patologías, lo ideal es mantenerse hidratado para regular la temperatura corporal. Entre las bebidas recomendadas se encuentran agua, zumos y bebidas isotónicas. La cafeína, el alcohol o el resto de bebidas azucaradas favorecen la pérdida de líquido corporal.
Del mismo modo, las comidas de difícil digestión potencian el aumento de la temperatura interna. Por tanto, es recomendable optar por una dieta rica en nutrientes y basada en ensaladas de verduras y frutas, cremas de verduras frías, preparaciones al vapor, al horno o a la plancha y salsas ligeras con vinagretas naturales.
Utilizar ropa transpirable y protección solar
La ropa se convierte en una de nuestras aliadas cuando se trata de combatir un golpe de calor. De este modo, debe utilizarse un tipo de ropa que permita la transpiración de nuestro cuerpo, ya que las prendas de vestir ajustadas impiden que el cuerpo se enfríe de forma adecuada.
Asimismo, cubrir la piel, la cabeza y los ojos con complementos o accesorios como gorras o gafas de sol también es otra de las recomendaciones pertinentes para evitar cualquier tipo de quemadura.
En este sentido, se debe aplicar protector solar de amplio espectro con un factor de protección 15, al menos, cuando se esté al aire libre. Lo ideal es extender una abundante cantidad de crema solar cada dos horas, o con más frecuencia si se practican deportes acuáticos o se suda.
Por último, si, a pesar de todas las precauciones, se produce un caso de golpe de calor, es necesario trasladar a la persona afectada a un lugar con sombra y tumbarla en una posición con la espalda recta y las piernas levantadas, para favorecer la circulación de líquidos.
Del mismo modo, también es recomendable humedecer el rostro con una esponja o paño húmedo, pero no ofrecerle bebidas si está inconsciente porque podría ahogarse. Si, tras todos estos intentos, la temperatura no desciende y la persona padece enfermedades cardíacas, se debe trasladarla inmediatamente al centro sanitario más cercano.