El 98,5 % de las empresas que componen el tejido corporativo de la Comunitat Valenciana tienen menos de diez personas empleadas. Si trasladamos estos datos al sector del comercio valenciano, son 57.000 de las 58.000 empresas existentes las que cuentan con diez o menos trabajadores integrando su plantilla. Así, estas cifas resaltan la importancia del comercio minorista en la actividad económica de los barrios, los municipios y también las grandes ciudades como València.
Sin embargo, el comercio minorista se encuentra en peligro de extinción debido a la falta de relevo generacional y el desconocimiento de quién regentará los comercios ‘de toda la vida’ una vez sus propietarios se jubilen. Desde la Confederació d’Empresaris del Comerç, Serveis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç), estiman que más del 60 % de la jubilaciones obligarán a cerrar esas tiendas, a pesar de que muchos de esos negocios son rentables económicamente, tienen una clientela fiel y cubren una demanda en el mercado.
Además, esta problemática se dilata debido a la “percepción” de la población más joven sobre el sector del comercio en el que “creen que no van a poder hacer carrera y trabajar con buenos salarios, flexibilidad horaria y además tener conciliación”, ha apuntado Rafael Torres, presidente de la Confederació, durante la rueda de prensa de presentación de la campaña. Es por ello que desde Confecomerç han lanzado una campaña dirigida a las personas jóvenes para mostrar las singularidades y los beneficios de “desarrollo profesional y personal” que se pueden lograr trabajando en el sector comercial minorista.
En concreto, esta campaña de comunicación, bajo el nombre de “El Trabajo de Mi Vida”, está ideada en colaboración con la Cámara Valencia y la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo y se difundirá a través de la web de Confecomerç y las 202 asociaciones que la integran. El spot promocional en vídeo está protagonizado por cuatro comerciantes y trabajadores que cuentan en primera persona cómo es trabajar o dirigir un comercio minorista.
“Muchas veces pensamos que un negocio, por ser pequeño, ofrece pocas oportunidades. Pero el potencial de crecimiento es mucho más grande. A diferencia de lo que ocurre en multinacionales o en otros formatos comerciales, un pequeño comercio te permite vivir la experiencia total de negocio, conociendo y participando en todas las áreas, como la gestión, marketing, compras, ventas, canal offline y online”, ha explicado Borja Ávila, presidente de la Comisión de Comercio Interior de Cámara Valencia.
Los pequeños negocios también buscan perfiles tecnológicos
El spot de esta campaña cuenta con la participación de Laura (gerente en una tienda de calzado), Miki (empleado en un comercio textil), Jose (trabajador en una tienda deportiva) y Carlos Catalá (carnicero). Precisamente, la carnicería es uno de los comercios en los que faltan profesionales formados; a este ámbito se le suma la carencia de personas formadas para trabajar como transportistas, montadores de muebles o en una panadería.
Además de la falta de empleados con la preparación requerida para trabajar en esos sectores, Ávila y Torres coinciden en poner el foco en la falta de personal especializado en el campo tecnológico para colaborar en la “transformación digital de los comercios”, detalla el presidente de Confecomerç. Así, los comercios minoristas deben adaptarse y buscar perfiles que conozcan cómo diseñar planes de comunicación e incorporar a sus equipos personas jóvenes especialistas en venta online y a través de las redes sociales.
“Si las tiendas pequeñas quieren sobrevivir deben olvidar el modelo de comprar y vender porque esto se ha acabado ya. Ahora los comercios deben actuar como si fueran pequeñas empresas”, ha ejemplificado Borja Ávila.