Tener vida, aficiones y tiempo libre más allá del trabajo es una de las necesidades vitales que ya se ha implementado y que ha dado la bienvenida a una nueva forma de organizar nuestro tiempo. De hecho, la posibilidad de conciliar la vida personal y familiar con el ámbito laboral es uno de los requisitos imprescindibles a la hora de aceptar o no un puesto de trabajo entre las generaciones más jóvenes. Precisamente, los denominados como ‘millenials’ o Generación Z prefieren empresas y entidades con buenas políticas de conciliación antes que puestos con una mayor remuneración económica, pero que carecen de condiciones que posibiliten el equilibrio entre la vida personal y la laboral.
Es por ello que Consum ha reunido en el Encuentro #DecirHaciendo 'Conciliar es poder disfrutar de todo' a cinco expertos de diferentes ámbitos como la administración pública, la psicología, o también el corporativo para debatir sobre conciliación y la corresponsabilidad en el panorama laboral actual. Así, la compañía distribuidora de alimentación ha congregado en el encuentro a Alberto Soler, psicólogo y divulgador sobre corresponsabilidad doméstica; Laura Sánchez, directora de Operaciones de la Fundación Másfamilia; Sandra Deltell, socia directora de PwC en la Comunitat Valenciana y Murcia; Inma Costa, presidenta del Comité Social de Consum; y Susana Camarero, vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda de la Generalitat Valenciana.
Avances y retrocesos en las medidas de conciliación laboral
Tal y como ha asegurado Alberto López, psicólogo y divulgador en redes sociales sobre la corresponsabilidad en los hogares, “cada vez hay más medidas de conciliación”, sin embargo, estas se encuentran desde su origen con un problema. “No partimos de una situación de igualdad en cuidados, por lo que esas medidas no repercuten de la misma manera en las mujeres y en los hombres”, declara López. En concreto, el psicológo explica que mientras las mujeres emplean la reducción de jornada laboral —dirigida a cumplir el objetivo de conciliar— para cuidar a hijos y personas mayores, los hombres lo utilizan para “disponer de más tiempo para el autocuidado”.
La solución a esta disyuntiva, según Alberto López, pasa por “un cambio de mentalidad a través de la educación para que desde edades tempranas entiendan que ambos géneros deben compartir las labores de cuidado”, manifiesta. Además, López también apela a que tanto los ‘millenials’ como la Generación Z deben actuar como “generaciones visagra” y tienen la responsabilidad de dar ejemplo y demostrar que tanto hombres como mujeres “son capaces de llevar a cabo labores dentro y también fuera de casa” dejando de lado “roles estereotipados”, añade.
Además, también hay soluciones originadas desde la iniciativa privada para analizar cómo se están aplicando esas políticas de concialiación en el sector empresarial o en las administraciones. Una herramienta para medir la calidad del impacto que están teniendo estas en los trabajadores es el modelo EFR (Empresa Familiarmente Responsable) creado por la Fundación MásFamilia a través del cual se analizan los indicadores, objetivos y resultados que estas están teniendo en los empleados.
Este modelo EFR ofrece una puntuación a cada compañía como resultado de un diagnóstico en el que se diseñan y gestionan planes de conciliación para cada empresa dependiendo de sus especificidades. En la actualidad, ya son más de 1000 entidades privadas las que cuentan con la identificación EFR, entre las que se encuentran Consum que es una de las 15 empresas que tienen una puntuación de excelencia.
“Sí se ofrece la conciliación, pero no se gestiona. Por ello, hay que analizar cada puesto de trabajo para saber cómo se debe aplicar la conciliación en cada empleo y eso no se hace, tampoco hay empresas que pongan objetivos para poder mejorar. Hay que hacer un esfuerzo para gestionar la corresponsabilidad en la empresa”, expone Laura Sánchez, directora de Operaciones de MásFamilia.
Acciones de fomento de la conciliación laboral desde la esfera pública
La administración pública también avanza en la consecución de unas jornadas laborales donde la corresponsabilidad y la conciliación tengan una mayor presencia. Es por ello que Susana Camarero ha defendido las acciones desarrolladas en el seno de la Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda para conseguirlo. Entre ellas, destacan la gratuidad de la educación pública de 0 a 3 años, el Pla Corresponsables (dirigido a poner en marcha medidas de conciliación en el ámbito municipal); o también la flexibilización de horarios de entrada y salida “adaptándolo a cada empresa”, ha detallado Camarero.
En esa línea, la consellera ha defendido la colaboración entre empresas, instituciones públicas y el asociacionismo de mujeres para “acelerar” la llegada de la conciliación y corresponsabilidad entre géneros. “No hay que imponer, sino convencer a las empresas para gestionar los planes de igualdad y las medidas de conciliación y que sepan que estos les pueden reportar beneficios económicos y también de bienestar a sus trabajadores. No se debe ver el plan de igualdad como una obligación legal, sino como una oportunidad para crecer”, ha subrayado.
Dos empresas, dos modelos de conciliación
Una de las compañías valencianas que lleva años desarrollando políticas en el ámbito de la conciliación ha sido Consum que se ha concretado en su guía “75 medidas para conciliar” elaborada entre la dirección de la empresa y el Comité Social de Consum. Se trata de un catálogo que cualquier trabajador puede consultar con el objetivo de lograr un “equilibrio entre su vida laboral y personal”, ha destacado durante el encuentro Inma Costa, presidenta del Comité Social.
De este modo, la empresa de alimentación valenciana pretende “dar respuesta a las necesidades que tiene cada trabajador buscando fórmulas creativas y flexibles” que permitan “aumentar la calidad de su tiempo libre”, relata Costa. La posibilidad de teletrabajo, la implantación de la jornada continua o tener vacaciones en la temporada estival son algunos de los avances que han hecho que Consum ostente el certificado EFR desde 2007.
Por su parte, PwC, uno de los gigantes en el sector de la auditoría, el asesoramiento fiscal y legal, y los servicios de consultoría y transacciones, también incluye la conciliación en su día a día en la sede que tiene en la ciudad de València; a pesar de que “pueda parecer el ejemplo de anticoncialiación por su tipo de negocio”, ha explicado Sandra Deltell, socia directora de PwC en la Comunitat Valenciana y Murcia.
Precisamente, Deltell afirma que la conciliación “no es fácil, pero se da de una forma diferente y tiene una capacidad de adaptación a cada empleado”, ya que, según comenta la directora, “PwC es una empresa con una edad media de 30 años en la que la conciliación depende de cada persona y en qué momento vital está”.
Por esta razón, Deltell apuesta por aplicar el sentido común y la flexibilidad a las políticas de conciliación laboral. “La conciliación parte de la flexibilidad de cuándo y dónde trabajo, aunque no es fácil adaptarla a todos los modelos de negocio, pero hay que poner sentido común a la cultura empresarial y cómo se gestiona”. Precisamente, la gestión de esta cultura empresarial requiere de un cambio, concreta Deltell, ya que esta debe adaptarse a los horarios dentro de la jornada laboral. “Los eventos empresariales suelen ser a horas intempestivas porque la cultura empresarial así lo marca y es algo muy difícil de cambiar, pero hay que hacerlo”, ejemplifica.