La Comunitat Valenciana se ha convertido en un territorio de referencia. La calidad y cobertura de la asistencia sanitaria, el transporte público asequible, las infinitas opciones de ocio, el buen clima, las ayudas y facilidades a la hora de adquirir una vivienda y la seguridad son algunos de los criterios que ha valorado el Expat City Ranking 2022 publicado por Forbes y que designa a València como la mejor ciudad del mundo para vivir y trabajar. De acuerdo con InterNations, la comunidad de expatriados más grande del mundo, València también ocupa el puesto número uno en calidad de vida.
Unos criterios que son extrapolables al conjunto de la Comunitat Valenciana, ya que, según la Dirección General de Política Regional y Urbana de la Unión Europea, es el territorio preferido por el resto de españoles a la hora de cambiar de residencia.
Y es que todos los indicadores económicos y sociales de la Comunitat Valenciana experimentan una sostenida mejoría desde 2015: aumento del empleo del 24% y descenso del paro del 23% al 12,8% (líder a escala estatal); incremento del escudo social pasando de 41.662 beneficiarios por dependencia a más de 135.000; creación del Ingreso Mínimo Vital e incremento de las personas receptoras de la Renta de Inclusión (de 23.643 en 2015 a 75.493 en 2022); reducción de la desigualdad social; reducción de la ratio por aula (de 25,2 alumnos en 2015 a 20,4 en 2022) e incremento del personal docente y de las becas; incremento en 13.600 persona de profesionales sanitarios.
El escenario de estabilidad y confianza institucional ha servido para grandes empresas como Volkswagen, Siemens, HP, Hitachi, Toshiba-Mitsubishi o Lufthansa estén instalándose en la Comunitat Valenciana o hayan mostrado su intención de hacerlo. Un marco referente de gobernanza que se traslada, también, a su aspecto más cotidiano.
Mejoras con vistas al futuro
Esta cultura por el diálogo y el acuerdo permite acometer las necesarias reformas para mejorar, en el presente y con la mirada al futuro, las condiciones del trabajo, la competitividad de las empresas, la innovación en el tejido productivo y el bienestar de la sociedad.
Así, la efectiva y coordinada reacción para hacer frente a la crisis económica y social de la Covid-19 y el impulso en 2020 de la Estrategia Valenciana para la Recuperación (EVR) ha hecho posible que, en un escenario de incertidumbre, la Comunitat Valenciana haya crecido un 6,1% en 2021, por encima de la media estatal que se situó en el 5% (según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y del Servicio Publico de Empleo Estatal) y alcance la actividad económica precrisis este 2023, antes que el conjunto del Estado (según BBVA Researh).
Alineada con las prioridades de la UE y con un presupuesto global de 21.134 millones de euros, la Estrategia Valenciana para la Recuperación contempla 410 proyectos hasta 2027 orientados en cinco grandes ejes estratégicos: cuidado de las personas e inclusión social; empleo, conocimiento e investigación; transición ecológica y cohesión territorial; resiliencia económica y transformación digital; y gobernanza y administración eficiente.