Cada 18 de septiembre desde hace seis años se conmemora el Día Internacional de la Igualdad Salarial. Aunque es una de las problemáticas más longevas instauradas en el mercado laboral, no fue hasta el pasado año 2019 cuando la Organización de las Naciones Unidas decidió dedicar esta jornada a visibilizar y concienciar sobre la necesidad de alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
En la Comunitat Valenciana por ejemplo, los últimos datos disponibles del año 2021 revelan que la brecha salarial entre géneros era de un 20,4 %, dos puntos por encima de la media estatal que se situaba en ese mismo periodo en el 18,36 %. Es decir, un hombre cobraba un 20,4 % más que una mujer. Desde un prisma autonómico, la directora del Grado en Derecho de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Ana Escribá, apunta que el alto número de empresas del sector servicios que operan en la economía valenciana es uno de los motivos que sustenta esa diferencia salarial entre hombres y mujeres.
“En la Comunitat Valenciana, hay muchísimas empresas que se dedican al sector servicios y a la restauración y sabemos estadísticamente que estas empresas son en las que más mujeres se contratan, las que usan más jornadas a tiempo parcial y también es uno de los sectores peor pagados”, explica Escribá. Entre los ámbitos profesionales que se encuentran dentro de este sector están el de los cuidados o la limpieza, donde el 76 % de las empleados tienen nombre femenino, tal y como expone el Estudio Grandes Cifras del Sector Limpieza 2022 elaborado por las asociaciones IFMA y ASPEL.
La existencia de más mujeres en los departamentos con peores condiciones laborales, como una menor remuneración económica o una mayor temporalidad, hace que esta desigualdad siga vigente año tras año. Otra de las causas es que siguen siendo las trabajadoras quienes solicitan más reducciones de jornada o permisos orientados al cuidado de familiares o descendientes.
“Todavía seguimos siendo una sociedad, a nivel nacional, en la que la mujer es la que se suele hacer cargo de los cuidados familiares y las tareas del hogar y eso al final hace que soliciten más reducciones de jornada que repercute en una bajada de su sueldo; o directamente dejen de trabajar y no tengan remuneración”, indica la directora del Grado en Derecho de la VIU.
Subida del SMI y más medidas de conciliación
Para revertir esta diferencia de sueldo entre hombres y mujeres, Escribá apunta a la necesidad de acometer una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) con el objetivo de “beneficiar a aquellas personas que trabajan en los sectores con peores sueldos, unos puestos ocupados generalmente por mujeres. “Aunque haya una reducción de horas en la jornada laboral o se pidan permisos, la subida del SMI hará que también aumente el poder adquisitivo de esas trabajadoras”, expone.
Favorecer la conciliación de los y las trabajadoras entre el mundo familiar y laboral también está en el centro de las estrategias que se deberían acometer para alcanzar la igualdad salarial. Por este motivo, Ana Escribá destaca la equiparación de los permisos por el nacimiento de un menor. “Hace 20 años el progenitor que no había dado a luz tenía un máximo de tres días de permiso y el resto lo disfrutaba la madre. Poco a poco eso se ha ido equiparando y ahora ambos disfrutan de las mismas semanas de permiso, por lo que evitamos penalizar a la mujer en su carrera profesional”, manifiesta.
Además, Escribá manifiesta que se debe poner el foco en el sector servicios. “Esta es una de las cuestiones más importantes porque en realidad los trabajos que se ofrecen en los servicios son aquellos que menor cualificación necesitan con lo cual van a tener menos remuneración, si además de esto sumamos las reducciones de jornada o el dejar el trabajo para facilitar la conciliación familiar es un suma y sigue”, comenta la directora.
“Aunque queda mucho trabajo por hacer, creo que estamos haciéndolo bien y estamos empezando a trabajar en reducir esa diferencia salarial”, añade la experta. La suma de concienciación desde edades tempranas en los colegios, institutos y universidades y los valores de igualdad en la generación actual de familias “es lo que va a hacer que poco a poco se vaya reduciendo esa brecha”, confirma Escribá. “Además, ya no tenemos esa concepción de que la mujer es la que se tiene que hacer cargo de todas las tareas del hogar y del cuidado de los hijos”, añade.
Una nueva pensión para las amas de casa mayores de 65 años
Con la finalidad de dignificar el trabajo de aquellas mujeres que han desempeñado la labor de ama de casa durante toda su vida activa, el Imserso ha anunciado la implementación de una nueva pensión no contributiva para personas mayores de 65 años que, debido a que su trabajo se ha realizado dentro del hogar, no han contado con el respaldo de un contrato laboral o de la Seguridad Social.
En ese sentido, la cuantía máxima de esta pensión alcanzará los 517 euros mensuales. Al respecto, Escribá confirma que se trata de una “medida positiva y adecuada” y contribuirá a reducir la brecha salarial “aunque no la va a eliminar porque este problema va más allá y el objetivo es llevarla a la mínima expresión”.