Los datos del paro publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadistica (INE) sitúan a la Comunitat Valenciana como la autonomía donde más han aumentado las personas en situación de desempleo. Así, en la Comunitat se ha registrado una subida del 0,87 %, la más alta de toda España que deja una cifra total de 354.625 personas en paro.
Por sectores, el ámbito de los servicios ha sido aquel que ha registrado un incremento más alto con 3092 parados más respecto del mes de septiembre. La industria también ha sido uno de los sectores más afectados por el desempleo en el mes anterior con 213 parados más.
Sin embargo, también hay sectores donde las cifras de desempleo han descendido. Es el caso de la construcción donde hay 500 personas que han conseguido un contrato. Y también de la agricultura donde la cifra de parados ha descendido en 415 personas.
Aun así, el colectivo donde ha subido más el desempleo ha sido entre las personas jóvenes. Precisamente, entre la población joven la tasa de desempleo ha subido un 6,58 % respecto al mes de septiembre. Mientras que la tasa de paro en aquellas personas que se incorporan por primera vez al mercado laboral también ha aumentado un 3 % si se compara con el mes anterior.
Dificultades para acceder a la vivienda
Una de las consecuencias directas de la alta tasa de desempleo juvenil es la dificultad que tiene este colectivo para acceder a la vivienda, tanto para comprar como para alquilar. De hecho, una persona joven de entre 16 y 29 años debe destinar de media el 62,3 % de su sueldo al alquiler de la vivienda.
Así se desprende de los resultados publicados en el informe del segundo semestre del 2021 que ha elaborado el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).
Se trata de unas cifras alarmantes, ya que los expertos recomiendan emplear un 30 % como máximo del sueldo en el pago del alquiler. Por ello, la incapacidad de los jóvenes para acceder a una vivienda está teniendo consecuencias sociales y económicas graves en este grupo poblacional.
Una de las consecuencias más graves es el retraso de la edad de emancipación que actualmente se encuentra en los 30 años. Además, la "juventud se ha visto excluida del derecho de emancipación y el ejercicio de una vida autónoma". Así se publica en un informe elaborado por el Insituto de la Juventud en el año 2020.