La Acampada por Palestina tilda de "hipócrita" el comunicado de la CRUE y denuncia la "actitud hostil" del Rectorado de la UV

Los participantes en la protesta denuncian que la seguridad privada contratada por la universidad les ha hecho fotos "sin consentimiento" mientras dormían o cocinaban

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Protesta de los miembros de la Acampada por Palestina UV
Protesta de los miembros de la Acampada por Palestina UV

La Acampada por Palestina de la Universitat de València (UV) anuncia que tras 12 días seguirá de manera indefinida en el jardín de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación hasta que esta institución educativa rompa sus nexos con las universidades israelíes y con cualquier actividad empresarial que colabore con el conflicto entre Israel y Palestina. “Desde el primer momento, sabíamos que esto era de forma indefinida y que nuestra presencia aquí es política no es como individuos y que vamos a seguir con nuestra escalada de presión a la universidad”, han explicado sus miembros durante la rueda de prensa ofrecida este viernes.

Un encuentro en el que la organización de este asentamiento pro-Palestina ha respondido al comunicado emitido ayer por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en el que afirmaban que las universidades de nuestro país suspenderían los acuerdos de colaboración con facultades y centros de investigación de Israel si estos no se posicionaban en contra de la incursión del ejército israelí en Gaza. 

Al respecto, los portavoces de la acampada celebraban que ese mensaje fuera “producto de la presión ejercida por el movimiento estudiantil por Palestina”; sin embargo, estos han tachado las declaraciones de la CRUE de ser “deliberadamente disuasorias” con el objetivo de “desactivar la lucha internacionalista por Palestina”. Es por ello que han recalcado la necesidad de cortar las relaciones con las instituciones educativas israelíes porque “todas colaboran activamente con el ejército genocida” de ese país.

De ese modo, la organización ha hecho extensible a todas las universidades de España, incluida la de València, el cese de sus relaciones con las universidades de Israel. “Rectoras y rectores de las universidades españolas, rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, ahora es el momento de los hechos. Suspended ya, y en futuro todas las relaciones con Israel mientras continúen cometiendo crímenes de lesa humanidad”, han añadido desde la comitiva organizadora de esta protesta estudiantil. 

Acampada pro-Palestina al jardí de la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació de la UV
Acampada pro-Palestina al jardí de la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació de la UV

Una colaboración que la UV negó a través de una declaración institucional en la que Mestre informaba que esta no mantiene ningún convenio de colaboración con universidades de Israel y que, en el período que se iniciaba en 2024 la UV tampoco ha incorporado ninguna universidad de Israel en su programación de actividades de movilidad en el programa Erasmus. No obstante, miembros de la acampada confirman que “la realidad es que la universidad tiene contratos sólidos con empresas que activamente están participando y promocionando el genocidio en Palestina, como por ejemplo el Banco Santander que está dentro de los propios campus”. 

Actitud hostil por parte del Rectorado y fotografías sin consentimiento

En esa línea, la acampada ha calificado el comunicado de la Conferencia de “hipócrita” por incluir la siguiente afirmación: “Hacemos nuestro el sentir de nuestros Campus y la reivindicación que desde ellos se está extendiendo”. Una declaración que choca, según declara el grupo, con la actitud “hostil” que está teniendo el Rectorado de la Universitat de València hacia el estudiantado que se manifiesta en la Facultad de Filosofía.

“Tentativas de llamar a la Policía, retiradas de pancartas y refuerzo de la seguridad privada no solicitada en un espacio que hemos ocupado pacíficamente”. Así describen los portavoces de esta manifestación la acción que lleva a cabo la UV. Precisamente, desde la organización denuncian que miembros de la seguridad privada contratada por la Universitat han realizado fotografías sin el consentimiento de los participantes de la protesta mientras comían, limpiaban o, incluso, dormían. 
 

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