La sequía amenaza a la Comunitat con una nueva 'guerra del agua'

La falta de pluges i la delicada situació dels embassaments exigeix mesures urgents, que encara no s’han posat en marxa

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Desde hace varios años, la Comunitat vive una situación de sequía declarada. Concretamente fue en 2014 cuando la Cuenca Hidrográfica del Júcar la decretó oficialmente. Ahora, la amenaza de la sequía y de la falta de lluvias es real y preocupante. Y es que el otoño de 2017 ha sido el segundo que menos precipitaciones ha registrado desde hace 77 años, por detrás del de 1981.

La media de lluvias en otoño (desde que se tienen datos) sobrepasa los 175 litros por metro cuadrado, pero entre septiembre y diciembre de 2017 a penas se ha llegado a los 34 l/m². Y como consecuencia directa, los embalses se encuentran bajo mínimos. Los de la cuenca del Segura están al 15% de su capacidad, y los que se encuentran en la cuenca del Júcar contienen el 33% del total.

El miedo es, en especial, de los agricultores. Todavía no se ha convertido en pánico porque gracias al afloramiento de aguas subterráneas, la sequía no ha hecho estragos en sus cultivos. Pero los acuíferos tampoco son fuente infinita de agua. En ese sentido, las consecuencias no se verán dentro de poco, sino pasados los meses. Otoño y parte del invierno son las estaciones de lluvia por excelencia en el Mediterráneo, pero esto no ha sido así este año, por lo que en primavera y verano la amenaza de falta de abastecimiento puede ser una realidad, y las medidas restrictivas, una necesidad.

Temor ante una nueva 'guerra del agua'

También las Administraciones empiezan a inquietarse, porque si la situación se agrava, puede resurgir la 'guerra del agua' entre distintos territorios. Ante esta situación, en noviembre el president de la Generalitat, Ximo Puig, se reunió con la ministra de Agricultura y su homóloga valenciana, Isabel García Tejerina y Elena Cebrián, para exigir "medidas mucho más contundentes" al Ejecutivo central. Y puso ejemplos: "la utilización de todas las fuentes posibles o la depuración, es decir, la reutilización del agua, así como la modernización de riegos".

La ministra aseguró que la desaladora de Torrevieja, por ejemplo, produciría hasta principios de primavera, 80 hm³. Por otra parte, de los trasvases, ni se habla. La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García, ya advirtió que "no existe" agua" y que "los pantanos están en situación alarmante". La Federación de Regantes de la Comunitat (Fecoreva) critica la postura del gobierno manchego porque no tiene una predisposición de diálogo "y se olvida de que el bienestar de que goza esa región se debe a la solidaridad entre territorios españoles".

Fotografía: @Preven_IIFF_CV

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