Los días festivos de la Semana Santa y de Pascua están señalados con una cruz en el calendario de sectores terciarios como la restauración y la hostelería en la Comunitat Valenciana. Miles de turistas nacionales y extranjeros deciden invertir sus ahorros en un territorio que ofrece distintas posibilidades, tanto marítimas como rurales. La Semana Santa Marinera de València, celebrada en los barrios marítimos, o los pasos de Oriola, Elx y Crevillent son algunos de los espectáculos más atractivos durante la festividad. Sin embargo, por segundo año consecutivo, el turismo se verá negativamente afectado. El año pasado, las lluvias ininterrumpidas a lo largo de la semana provocaron la cancelación de los pasos y el acortamiento de las reservas hoteleras; este año, la crisis del coronavirus y el consecuente estado de alarma decretado el 14 de marzo han impedido cualquier tipo de movimiento turístico.
Según un informe de la Conselleria de Turisme, durante el primer trimestre de 2019 (de enero hasta abril) un total de 2.350.000 turistas extranjeros visitaron la Comunitat, con un gasto medio de 100 euros al día. Un elevado porcentaje de estos turistas visitaron la Comunitat en dos de los periodos más importantes para el turismo: las Fallas y la Semana Santa. La imposibilidad de celebrar ninguna de estas dos festividades a causa de la crisis sanitaria ha provocado la caída de ocupación turística. El año pasado, además, la Semana Santa se vio afectada por las condiciones climáticas poco favorables y, según datos del mismo informe, se registró una caída del 8.2% del turismo nacional en estas fechas respecto a 2018.
Los hoteles, los restaurantes y los demás servicios relacionados con el turismo deben de afrontar por segundo año consecutivo la falta de visitantes que generan riqueza y puestos de trabajo. En abril de 2019, la Encuesta de Población Activa registró un total de 265.000 ocupados en la Comunitat en actividades relacionadas con el turismo. Para hacer frente a esta crisis económica en el sector, el conseller de Turisme, Francesc Colomer, anunció la inyección de 7 millones de euros al sector turístico de la Comunitat para abonar todas las ayudas, convenios y subvenciones de 2019 que estaban pendientes de pago. De esta manera se conseguía dotar de liquidez inmediata a las empresas y entidades del sector. Además, el conseller ha explicado que "en este momento es mucho más importante que los recursos no sean retenidos por las administraciones y que lleguen al tejido productivo", ya que son conscientes de que "el sector turístico ha sido golpeado de una manera muy severa".