La sección segunda de la Sala de lo Contencioso-Adminsitrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad y a una aseguradora a indemnizar con 60.000 euros a la familia de un paciente que falleció tras no ser ingresado en un primer momento en el Hospital de La Ribera pese a sufrir una isquemia intestinal.
Según ha informado la asociación El Defensor del Paciente en un comunicado, el paciente se despertó en la madrugada del domingo 17 de noviembre de 2013 con dolores agudos en el abdomen, por lo que fue al Centro de Salud de Alberic, donde se le diagnosticó "oclusión intestinal". La doctora que le atendió le dijo que no bebiera agua pues muy posiblemente debería ser intervenido quirúrgicamente y lo remitió por medio de ambulancia a Urgencias del Hospital de la Ribera, en Alzira.
En el centro fue reconocido, se le realizó una radiografía, se le administraron dos enemas y un fármaco y fue dado de alta a mediodía con diagnóstico de estreñimiento, "a pesar de que el paciente se quejaba de intenso dolor abdominal y pedía que no le dieran el alta". Una vez en casa, al ser los dolores cada vez más fuertes, fue nuevamente a Urgencias del hospital, en el que ingresó por la tarde.
Un nuevo médico de guardia, tras realizarle una exploración abdominal, concluyó que el paciente estaba grave. Un TAC le detectó una oclusión de la arteria mesentérica superior, lo que apuntaba a una isquemia intestinal. El facultativo trasladó a la familia que debían esperar a los cirujanos al lunes, para que valoraran la posible intervención quirúrgica. El paciente falleció el lunes por la noche.
La sentencia da la razón a la asociación al entender que hubo una pérdida de oportunidad ante una falta de inicial ingreso hospitalario, ya que el paciente, en el momento de acudir por primera vez a Urgencias, "cumplía con suficientes criterios clínicos para ser ingresado ante sospecha de isquemia intestinal aguda - intenso dolor umbilical, presente en el 100% de los casos, sensación importante de náuseas (*)".
Asimismo, considera recusable la conducta terapéutica posterior al efectivo ingreso hospitalario porque no se adoptó ninguna decisión respecto al tratamiento de la obstrucción arterial hasta el día siguiente, cuando las lesiones apreciadas entonces hacían inviable cualquier otra actitud terapéutica que no fueran las meramente paliativas.
La asociación ha subrayado que para los servicios sanitarios el hecho de que sea festivo "no debe serlo" porque, "a pesar de todo y lamentablemente hay que recordar que las enfermedades y patologías no respetan días festivos".