El Riff reabrirá sus puertas después de permanecer cerrado más de 20 días tras la muerte de una clienta

Sanitat diu que el tancament i la reobertura "han sigut decisions pròpies del local, no motivades per cap requeriment sanitari"

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El restaurante El Riff de València reabrirá sus puertas este miércoles, 13 de febrero, tras permanecer cerrado más de veinte días después de la muerte de una clienta y la intoxicación de otras 30 personas por causas que todavía se están investigando.

Así, la web del establecimiento se ha reactivado y en ella se permite reservar para comer y cenar a partir de mañana miércoles. Asimismo, se informa de que el horario normal será de martes a sábado de 13.30 a 15.30 horas en turno de comida y de 20.30 a 22.30 horas para cenas, aunque descansará los días 19 --festividad de San José y broche de las Fallas-- y 20.

Por su parte, ante el anuncio de la reapertura, la directora general de Salud Pública, Ana María García, ha señalado que "en el momento inmediato a la sospecha del brote, la Conselleria de Sanidad realizó una inspección de seguridad alimentaria en el restaurante, aplicando la normativa al respecto" y en dicha inspección "no se puso de manifiesto ninguna razón que requiriera el cierre del local". Este control se repitió posteriormente con idéntico resultado y no había deficiencias que impidieran el funcionamiento público del local, recalca.

Por tanto, el cierre y la reapertura del local "han sido decisiones propias del local, no motivadas por ningún requerimiento sanitario". "No se detecta en el local ninguna irregularidad en las instalaciones o procedimientos de trabajo que requiriera la suspensión de actividad por parte de Sanidad", ha incidido.

En este sentido, desde la Conselleria recuerdan a Europa Press que los motivos para solicitar una suspensión de actividad en un local de restauración pública están perfectamente determinados en la normativa--tanto nacional como europea-- y se aplican exactamente igual en todas las inspecciones y controles en este ámbito, sean motivadas por la sospecha de un brote, como es en este caso, o realizadas regularmente en la programación de inspección de seguridad alimentaria por parte de Sanidad.

INTOXICADOS

El restaurante, con una estrella Michelin y regentado por el chef Bernd Knöller, cerró el pasado 19 de febrero, tras la muerte de una mujer en la madrugada del día 17 de ese mes en su domicilio de València horas después de haber comido en el local, por lo que se abrió una investigación --también judicial-- para determinar si su muerte fue a consecuencia de una intoxicación alimentaria ya que tanto su hijo como su marido también se vieron afectados aunque de forma leve.

Los tres miembros de la familia sufrieron vómitos y diarreas poco tiempo después de comer el sábado 16 en el restaurante valenciano y aunque el padre y el menor evolucionaron favorablemente, la situación de la mujer empeoró y falleció en la madrugada del domingo, 17 de febrero.

El propio Knöller hizo público un comunicado en el que anunciaba el cierre del establecimiento hasta que se aclaren las causas de la muerte de la clienta. El chef manifestó entonces su "profundo pesar" por lo sucedido y explicaba que tomaba esa decisión "hasta que las causas queden establecidas y pueda reanudarse la actividad con plenas garantías, tanto para el personal como para todos los clientes".

Según el último balance de la Conselleria de Sanidad, se registraron 31 casos de intoxicación tras comer en el restaurante, entre los que se incluyen los tres miembros de la familia afectada. La Conselleria entrevistó a 85 personas que comieron en el restaurante en los cuatro días previos al sábado 16 y en ese mismo día.

La clínica de todos los casos, excepto en la fallecida, fue sintomatología "muy leve", principalmente vómitos y con buena evolución. Inspectores de seguridad alimentaria realizaron el pasado 18 de febrero una visita al establecimiento para estudiar sus condiciones y no detectaron deficiencias relacionadas con factores que hubiesen podido contribuir a la toxiinfección.

La investigación sigue abierta a la espera de conocer una información concluyente. En un principio, se barajó la hipótesis de que la causa fueran unas setas colmenillas comercializadas por una empresa leonesa.

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