Desgraciadamente, ya son 218 los mayores que no han podido hacerle frente al coronavirus, y es que estas personas son las más vulnerables frente a este virus. De este modo, el 70% de las muertes que se registraron este martes 7 de abril en todo el estado español eran ancianos y ancianas que residían en centros de mayores donde recibían una atención médica y de curas.
En el territorio valenciano hay 103 centros de mayores afectados por la pandemia de la COVID-19, y además, la Consellería de Sanidad, encabezada por Anna Barceló ha tenido que intervenir por los preocupantes datos y cifras que afectan tanto a estas personas vulnerables como a sus familias.
Torrent, Alcoi y Favara han sido en los primeros y los últimos días, piezas y lugares clave para el desarrollo de esta pandemia, puesto que fueron los primeros centros en detectarse numerosos casos positivos por la COVID-19 y los primeros recintos donde se aplicaron medidas de prevención y aislamiento por la gravedad del virus en estas personas, las más vulnerables
Sin embargo, la residencia de mayores Virgen de Milagro de Rafelbunyol, sigue día a día dando negativo en casos por coronavirus, un caso sorprendente que no deja ninguna evidencia del excelente trabajo de los profesionales, sanitarios y trabajadores, los cuales afirman tener "una enorme presión y una gran responsabilidad".
Mantener sanos y a salvo a todas las personas mayores de aproximadamente 85 años y algunos con ciertas patologías es una carga muy importante y a la misma vez, arriesgada. Directora del centroEntre los ancianos y ancianas residentes en este centro de mayores, hay quienes tienen ciertas patologías que podrían ser una barrera más frágil contra el virus de la COVID-19, y es por eso que cuando se presenta en algún residente una insuficiencia respiratoria se le hace la prueba, y de momento, las cinco que se han hecho, han resultado negativas.
Pero, ¿cuál es la clave de este centro?
Destaca la gran labor de prevención, puesto que al establecer un protocolo restrictivo se pudo actuar a tiempo sin lamentar ningún contagio ni ninguna muerte. De este modo, el protocolo que se ha establecido en el centro supone la división tanto de los 90 residentes como de los 50 trabajadores en equipos para evitar tener ningún contacto los unos con los otros. Además, destaca una responsabilidad máxima por la higiene así como de los controles de la fiebre tanto en los mayores como en los trabajadores.Se toma la temperatura tanto en la entrada como la salida de la residencia. Directora del centroSegún ha contado la psicóloga del centro, Ainoha Orenes, esta mañana a Á Punt, se tratan por todos los medios que los 90 residentes no vivan la presión que se respira a su alrededor. Del mismo modo, Orenes ha explicado que "hacen numerosas actividades" y que, gracias a tres tablets dadas por el Ayuntamiento del municipio, "los ancianos y ancianas mantienen contacto telemático con las familias".
El contacto directo con los familiares fue una de las cosas que primero se prohibió para evitar que el virus se colara por la puerta de manera involuntaria, pero de este modo, tanto los familiares como los residentes están menos preocupados. Fran López, alcalde de RafelbunyolSin embargo, hace dos semanas quien tenía la plaza como doctora en esta residencia, dio positivo en coronavirus pero ya hacía seis días que se había aislado en su domicilio por prevención, y además, "podemos decir que no ha contagiado a nadie", según López.
El alcalde de la localidad de l'horta, Fran López, agradece "la gran tarea que están demostrando las trabajadoras y su vocación como servicio público" y reconoce que la ejemplaridad de este equipo humano "está mostrando sus frutos" así como que el centro de mayores, hoy por hoy, "es un búnker".