"La obra podría consistir en sustituir las maderas que se han deteriorado, pero queremos ir a más. Ya que nos ponemos, vamos a renovar las salas". Así resumía Glòria Tello, concejala de patrimonio y Recursos Culturales, la intervención que se va a hacer en el Palau de la Música después de la caída de parte del techo de la Sala Rodrigo, a finales del mes pasado. Se proponer renovar "todo el sistema de climatización", cambiar butacas y mejorar las instalaciones no sólo de la sala afectada, también de la Sala Iturbi.
La concejala, acompañada del director del Palau, Vicent Ros, ha señalado el que la causa del desprendimiento ya está totalmente clara: hay un claro "deterioro" de la madera que se sitúa debajo de la canalización del aire acondicionado. "Es algo que hoy en día, probablemente, no se haría... Pero hace 32 años se diseñó así. La madera que estaba debajo de los conductos se degrada más de lo normal".
Para proceder con el arreglo del lugar, desde el Ayuntamiento de València han contactado con el estudio del arquitecto -sus herederos-, y ahora un equipo municipal está "redactando los pliegos y plazos" para convocar la licitación. No es sin embargo, como se ha señalado, una simple reparación de las maderas.
Tello ha señalado que, como confirmaron desde el estudio de arquitectura, "el diseño es exactamente el mismo en la Sala Rodrigo e Iturbi" sobre la automatización. "Yo lo que dije es: '¿Alguien me puede hacer un informe que me garantice que en la sala de arriba no va a pasar lo mismo?'. Y me dijeron que no, no porque vaya a pasar seguro, pero es el mismo sistema. Puede pasar no solo en esta sala, sino en cualquiera de los otros auditorios que se construyeron en esa época por los mismos arquitectos", relata la concejala.
"Completamente renovadas"
Sala IturbiLa también Presidenta del Palau de la Música señala que "mejor prevenir", por lo que decidieron "ir a máximos y sacar de esto la parte positiva". Van a aprovechar para hacer una renovación completa de las salas, con mejoras como los paneles acústicos. Dado que tendrán que levantar el suelo para instalar el nuevo sistema de climatización, aprovecharán también para actualizar las butacas: "Vamos a hacer dos salas completamente renovadas, en la línea de reconocer este edificio, que es muy importante en la ciudad".
Tanto Tello como Ros han señalado que los trabajadores "no deben preocuparse" y las acusaciones "falsas" que han llegado desde la oposición: los trabajadores irán allá donde hagan falta con las reubicaciones de la programación: "Iremos con nuestros empleados".
Respecto al tiempo que estará en obras el nuevo Palau, ninguno de los dos representantes han querido concretar. Señalan que, una vez los técnicos del ayuntamiento hayan redactado el tiempo y plazos, podrán ser más concretos: "Yo espero que dos o tres semanas después de verano se sepa... Pero no quiero comprometer a mis compañeros, no lo sé".
"Si se acaba antes, mejor"
De momento, aseguran, ya han podido reubicar el 60% de toda la programación, esperan poder hacerlo con el resto y nada se ha cancelado. Sin embargo, una vez el calendario esté acabado, se informará a todos los abonados para que decidan si conservar su abono o quitar de este alguno de los conciertos, dado el cambio de escenario, y "se le devolverá la parte proporcional". No descartan, incluso, lanzar nuevos abonos para todos los conciertos, "por ejemplo, que se hagan en una nueva ubicación".
Los tiempos, insisten, son una incertidumbre. Por si acaso, sin embargo, se plantean la programación de 2020-2021 como si no estuviera disponible: "trasladamos la temporada al completo porque pensamos que es mejor trabajar con esos márgenes... Y si se acaba antes, mejor", ha concluido Ros.