El pleno del Ayuntamiento de València ha acogido, esta mañana, el Debate sobre el Estado de la Ciudad en el que se ha hecho un balance de la gestión, haciendo hincapié en las ayudas y servicios que se han puesto en marcha durante la pandemia del coronavirus, y que han ido dirigidas a reactivar la economía y ayudar a los sectores más vulnerables. Pero también se han adelantado los objetivos en los que se trabajará durante los próximos meses.
Sin duda, uno de los anuncios más destacados ha sido la creación del Plan de Revisión Integral de la Fachada Litoral de València que, en palabras del alcalde de la ciudad, Joan Ribó, "armoniza todas las actuaciones y las reivindicaciones para dotar de coherencia la protección del litoral, el impulso de actividades respetuosas con el medio ambiente y la transición a la zona urbana".
En este sentido, junto a los planes urbanísticos previstos para Nazaret – con la construcción de una ciudad deportiva, el parque de Desembocadura y una nueva zona terciaria – y para el Cabanyal – Canyamelar – con nuevos espacios para viandantes mediante tres vías verdes que cruzarán el barrio – se tendrá en cuenta la Malva-rosa por el norte, el parque natural de la Albufera y las playas del Sur para llevar a cabo esta revisión integral de la fachada marítima con el objetivo de renaturalizar la zona y llevar a cabo "una transición ecológica y respetuosa con los ecosistemas que envuelven y nutren la ciudad".
De esta manera, para las playas del Sur, el Ayuntamiento de València ha solicitado al Gobierno central que ejecute el Plan de Regeneración, que está en tramitación y que supone una inversión de 28 millones de euros, para protegerlas de los temporales que, cada vez, son más frecuentes en las costas valencianas. "Estamos trabajando para dar una mayor estabilidad a las playas de todo ese frente y recuperar un ecosistema de gran valor natural. Para eso, ha sido necesaria la eliminación de las construcciones e infraestructuras próximas a la línea de agua, la aportación de arena para regenerar las playas, que se perdieron por el efecto del Puerto, y la construcción de dunas litorales", ha apuntado Ribó.
Además, respecto a la renaturalización de las playas del Norte, "queremos habilitar un sistema de dunas y oasis de vegetación, adecuado a la realidad meteorológica actual que, a la vez, ofrezca la posibilidad de crear itinerarios alternativos". En definitiva, un proyecto que cambie por completo la actual imagen de la fachada marítima conectándola con el entorno natural de la ciudad.
Sin embargo, no será el único espacio en el que se apostará por la renaturalización. De hecho, el alcalde de València ha anunciado la creación de un Consorcio para abordar el proyecto de renaturalización del nuevo cauce del Túria que, aunque cumple con una función esencial para la ciudad como es prevenir avenidas de agua, también ha supuesto "una herida para el Sur de la ciudad y todos los pueblos colindantes". Por este motivo, se han dado ya los primeros pasos para darle otros usos medioambientales al estilo del Manzanares de Madrid o el río Besós de Barcelona.
En este punto, Ribó ha señalado que no solo se ha pedido a la Conselleria de Medio Ambiente que lo incluya en el PORN del Parque Natural del Túria, sino que ha mantenido reuniones tanto con el vicealcalde Sergi Campillo, como con la vicepresidenta del Gobierno central y ministra de Medio Natural y con la Confederación Hidrográfica del Xúquer para avanzar en este proyecto.
Ribó reclama la Ley de Capitalidad
Por último, el alcalde de València ha acabado su discurso en un tono reivindicativo para reclamar, por un lado, la Ley de Capitalidad, que supone un reconocimiento de las competencias específicas de la administración local por el hecho de ser capital autonómica y de los recursos con los que es necesario dotarla, pero también ha reclamado el uso de remanentes propios y las infraestructuras ferroviarias pendientes en València, como el soterramiento de las vías que cruzan la ciudad y la construcción de la nueva estación y el túnel pasante porque "o avanzan estos proyectos o València se convertirá en el semáforo de Europa".Finalmente, Ribó ha reivindicado un ente metropolitano. "A finales de los noventa, el Gobierno de derechas de la Generalitat disolvió el Consejo Metropolitano de l'Horta con consecuencias nefastas: corrupción, como en el caso de la depuradora de Pinedo, pérdida de ayudas al transporte metropolitano, imposibilidad de solicitar determinadas líneas económicas en la Unión Europea, etc. Ha llegado la hora de plantearse seriamente la constitución de un Ente Metropolitano que articule estas políticas" porque, dice, "hacer valencianismo es apostar por políticas públicas que mejoren el bienestar de la ciudadanía y, por tanto, procurar lo mejor para València".