Recuperar la dignidad de los represaliados del franquismo

La Comunitat Valenciana treballa per un territori sense foses comunes

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La exhumación de Franco del Valle de los Caídos ha llegado. Un día histórico que comenzará a las 10:30 horas, y que terminará con el traslado de los restos del dictador Francisco Franco al panteón de Mingorrubio. Una actuación que cumple con la Ley de Memoria Histórica de 2007, que busca cerrar heridas y recuperar la dignidad de los represaliados del franquismo. “Ningún demócrata en Europa entendería que un dictador tenga un lugar de culto y de honor. No se entendería que ocurriese con Hitler o Mussolini”, apuntaba la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra.

Y es que, en la Comunidad Valenciana, a través de la conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, ahora liderada por Rosa Pérez Garijo, se lleva trabajando, desde los inicios del Govern del Botànic, para reparar la memoria y la dignidad de las víctimas del franquismo, y devolver los restos, enterrados en fosas comunes, a los familiares.

Una tarea en las que todas las administraciones se han involucrado. Tanto es así que la Diputación de València se convirtió en la primera administración que concedió subvenciones directas a los familiares y ayuntamientos para hacer frente al proceso de exhumación e identificación de las víctimas. Una apuesta por la memoria histórica que cerró, la anterior legislatura, con una inversión de 2 millones de euros, que permitió la exhumación de 750 represaliados.

Pero el trabajo continúa. Así, la consellera Pérez Garijo ya ha anunciado su objetivo prioritario para esta nueva legislatura: que la Comunidad Valenciana “sea un territorio sin fosas comunes”. “El objetivo es ambicioso y difícil de realizar, pero un país lleno de fosas ni tiene dignidad, ni cumple las más básicas normas éticas de la democracia”, señalaba.

Muchos años de espera para un trabajo que “debería de haber estado hecho desde hace muchos años”. Sin embargo, Rosa Pérez Garijo también ha avanzado acciones para facilitar esta ardua tarea, como la creación de un banco de ADN público para que toda persona pueda encontrar a sus familiares desaparecidos, con un trabajo específico en los casos de bebés robados durante la dictadura.

Finalmente, también se ha puesto encima de la mesa la creación de un Museo de la Memoria de la Generalitat Valenciana para el reconocimiento de las víctimas. “Pondremos en valor estas ubicaciones desde su valor social e histórico, pero sumándole un carácter cultural capaz de combinar una vertiente instructiva y académica, a la vez que se conviertan en reclamo de personas que vienen a visitar nuestra tierra”.

Y es que las heridas del franquismo no cicatrizan mirando hacia otro lado, sino todo lo contrario. La reparación, el reconocimiento y la reflexión son las herramientas necesarias para cerrar una etapa que ha marcado la historia de todo un país.

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