- Oltra sobre un hipotético 'sorpasso' al PSPV: "La posibilidad está y no solo la posibilidad, sino el deseo y las ganas"
- El PPCV advierte: "Si Puig sigue gobernando, el castellano se acabará convirtiendo en una optativa"
- Sandra Gómez avisa: "Se equivocará quien sobreactúe para buscar la diferenciación y el voto de ciudadanos"
El nuevo curso político arranca a nueve meses de la convocatoria de elecciones municipales y autonómicas. En mayo de 2015, tres fuerzas progresistas acabaron con 20 años de mayorías absolutas del PP y así llegó a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Con el inicio de septiembre, se activa la cuenta atrás: 9 mesos para la convocatoria ordinaria de elecciones municipales y autonómicas o bien, una sorpresa de última hora con un posible adelanto electoral.
Los meses del verano han acaparado algunas portadas en la prensa valenciana sobre la ruptura del Botànic o del Titànic como dice la síndica popular Isabel Bonig. Si bien lejos de toda la rumorología, el President Puig y la vicepresidenta Mónica Oltra se reunieron la semana pasada para disipar toda sombra en el Gobierno del Botànic. Precisamente, Oltra fue contundente en la primera entrevista en À Punt desde su apertura sobre las relaciones en un gobierno.
https://twitter.com/monicaoltra/status/1035123252463656961
Primera Parada: El debate de política general de la Comunitat Valenciana
El próximo 11 de septiembre será la primera gran prueba de fuego de la recta final del primer Govern del Botànic. En él, se fijarán las posturas de las distintas fuerzas y permitirá intuirse los últimos compases de la legislatura. PSPV, Compromís y Podem marcarán sus diferencias de cara a sus votantes pero las diferencias irreconciliables podrían generar un efecto negativo en los ciudadanos. Los tiempos de las mayorías absolutas se han acabado y en cualquier caso serán necesarias las alianzas y las coaliciones.La lógica nos dice dos posibles alianzas: una reedición del Botànic o bien una alianza PP-Ciudadanos. También se ha especulado de una posible alianza PSPV-Cs aunque la percepción de su electorado lo dejaría tocado y generaría un rechazo de sus antiguos socios de gobierno.
El Debate de Política General marcará las principales líneas de acción de la Comunitat. De hecho en estos 9 meses les Corts tendrán una agenda intensa con algunas de las leyes más importantes del primer Govern del Botànic.
Diferencias en otras coaliciones
Los meses de verano habitualmente suponen la parada de la agenda política en todos los ámbitos. En esta ocasión, este verano ha mostrado algunas diferencias puntuales como ya pudimos ver entre Compromís y PSPV por el Si para ampliar el techo de gasto o el anuncio de la Consellera de Justícia, Gabriela Bravo, sobre comisarías especializadas en violencia de género dentro de la Ciudad de la Justicia sin haberlo consensuado con la vicepresidenta y Consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra.En el caso del Govern de la Nau, también han surgido ciertas diferencias acerca del PAI del Grao entre PSPV, Compromís y València en comú. Las diferencias han ocupado la agenda mediática especulando sobre la ruptura del primer consistorio tras 24 años de mayorías absolutas de la exalcaldesa popular Rita Barberá. Pese a ellas, la agenda del equipo progresista también es intensa con 9 meses donde se centrarán en seguir con algunos de los proyectos de la peatonalización de la Plaza de la Reina.
Una ruptura: el Pacto del Batà en Paterna
El Puerto Mediterráneo o su nuevo nombre comercial Intu Mediterrani ha sido la gota que ha colmado el vaso del Pacto del Batà. Compromís per Paterna comunicó la semana pasada su salida del gobierno local. Desde finales de 2016, se sumaron al equipo del consistorio socialista de Sagredo pero nunca ha sido una alianza exenta de polémicas.Así, de un día a otro, el alcalde decidió fulminar a un asesor de comunicación de Compromís. Meses más tarde, volvió al consistorio pero la confianza ya estaba dinamitada. Las alianzas y relaciones de Paterna no se pueden extrapolar a todos los otros gobiernos progresistas como muchos hacen. Los gobiernos locales, provinciales y autonómicos los gestionan personas y por tanto, cada una puede tener más o menos complicidades.
Nueve meses o incluso menos pueden deparar sorpresas. Lo cierto es que antes o después el próximo mayo de 2019 saldremos de dudas y todas las fuerzas políticas pasarán el examen de la ciudadanía.