¿Qué hemos visto del Valencia CF este 2016?

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El Valencia ha vivido un año difícil. Nada fue una alegría,  ni siquiera ese partido que tan bien jugaron contra el Barcelona y que terminó con un penalti cobrado por Undiano Mallenco después de un arbitraje grosero. Ni siquiera esa sensación de que saldrían victoriosos después del gol de Munir.

El invierno pasado todo empezó con Ayestarán, que venía de salvar a un equipo del descenso y se desmoronó en el camino. El vasco recibió a un plantel que solo cinco meses después, pasada la Eurocopa, se desintegraría en mil pedazos. Como su gestión y la confianza en Peter Lim y su dinero.

El mercado de verano fue la gota que rebalsó el vaso. La necesidad de ajustar los fondos del club y cumplir con el Fair Play Financiero se transformó en la partida de Mustafi, el único que quedaba para dar confianza a la defensa, Gomes y su buen juego en el mediocampo y lo peor de todo... Paco Alcácer.

La marcha del de Torrent es el símbolo del momento valencianista. Alcácer decidió jugar en el Barcelona y, con esto,  envió un gesto claro: por muy unido que esté un jugador a un escudo, por mucho que lo quiera, puede saltar del barco si este se hunde. Estaba y está en todo su derecho de arrimarse a otro árbol.

Las derrotas consecutivas de Ayestarán antes del adiós trajeron a Prandelli, otro técnico de los muchos que han simbolizado un cambio. El italiano fue sincero cuando llegó al afirmar que, de haber un nuevo rumbo, este sería paulatino. Es verdad que el equipo ha mejorado en la conducción del balón, pero se ha realzado el nerviosismo en los minutos finales y la defensa aún es una lástima.

Ad portas del mercado de los meses fríos, el Valencia es solo llantos. El máximo accionista ha accedido a radicalizar los cambios. Después de las fiestas muchos pueden irse (Parejo, Cancelo) y unos cuantos llegar a Mestalla. Es la Revolución de Invierno.

Pero antes de ese cambio diametral, al final del año el equipo blanquinegro se encargó de construir un brillo de esperanza al superar la fase más accesibles de la Copa del Rey y avanzar hacia octavos al vencer al Leganés por 2-1 en Mestalla. En esta siguiente fase se enfrentará al Celta de Vigo el 4 de enero, cuando el año comience.

El tiempo dirá si la cada vez más eterna esperanza de mejorar se convierte en realidad y si los jóvenes del club, simbolizados por el dedicado Carlos Soler, son el granito de arena que falta para resurgir.

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