Ya en enero la Federación de Vecinos de València pidió a la Alcaldía y a todos los grupos municipales del Ayuntamiento la creación del Observatorio del Ocio y del Turismo, una figura encargada de coordinar medidas que garantizasen la convivencia entre los vecinos, el sector turístico y el ocio nocturno. En febrero, el Pleno del Ayuntamiento anunció, a través de una declaración institucional, la creación del Observatorio de Ocio y Turismo de la ciudad de València, no obstante, la figura no ha aparecido todavía. Con la llegada de la pandemia mundial provocada por el Coronavirus, Joan Ribó ha iniciado las negociaciones con los implicados para acelerar la creación de ese mediador, ya que ahora su cometido podría ayudar a reducir el riesgo sanitario de forma considerable. Pero, ¿en qué consistiría este Alcalde de la Noche y cómo puede ayudar a reducir la expansión del virus?, ¿es esta una alternativa al cierre del negocio nocturno?
La figura del mediador ya existe en ciudades como Ámsterdam, Nueva York, Londres, Berlín o París, cuya función consiste en mediar entre el ayuntamiento, los representantes de la escena nocturna y los vecinos, creando oportunidades y resolviendo conflictos que puedan crearse en el mundo de la noche, y junto a València, Madrid y Barcelona ya están dando forma a ese mediador. El Alcalde Nocturno es una autoridad municipal que preside una comisión técnica que defiende el ocio cívico. Intentará que se respeten unas normas de convivencia que hagan posible el ocio nocturno de unos y el derecho al descanso de otros. Tampoco es un simple policía de la noche. Esta figura tiene que velar también por el sector de negocios nocturnos y los organismos públicos.
¿Por qué se hace ahora más imprescindible un Observador de la Noche? Porque entre estas tareas, el Alcalde de la Noche hoy en día podría encargarse también de la seguridad sanitaria de los locales. Es decir, podría controlar si se cumplen las distancias de seguridad, si hay gel hidroalcohólico suficiente, cómo son los controles de acceso. También podría diseñar un plan de recogida de datos (como los que hay en los conciertos con los correos electrónicos) para segurar la trazabilidad ante un posible rebrote y, en definitiva, velar por la seguridad ciudadana.
Dependiendo que la aceptación de esas normas, el alcalde podría observar qué tipo de ocio supone un mayor riesgo para la salud y, en consecuencia, trasladarlo a las autoridades pertinentes. Joan Ribó pidió hace poco a la Generalitat el cierre completo del ocio nocturno para prevenir situaciones de riesgo por Coronavirus. Pero, el pasado martes compareció ante los medios para presentar una posible figura, la del mediador, que sirviera de árbitro para decidir qué locales suponen un riesgo y cuales no.
Con este motivo, el alcalde de València ha decidido celebrar dos reuniones que mantendrá con los responsables de la Coordinadora de Hostelería de los barrios de la ciudad, y de FOTUR (Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunidad Valenciana) para llegar a un entendimiento, cuya posible posición más cercana a ambas partes sea la del Alcalde de la Noche.