Puig prorroga todas las restricciones hasta el 1 de marzo

De momento, la tendencia a la baja de los contagios no es suficiente para una relajación total de las medidas para el Gobierno valenciano y tal y como dejó ver al comienzo de la semana, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha confirmado en la rueda de prensa de esta tarde, la prórroga de las restricciones para doblegar la curva de la pandemia en la Comunitat Valenciana. De este modo hasta el día 1 de marzo el sector hostelero de bares y restaurantes ni los centros deportivos no podrían abrir en relación con el decreto de presidencia que se publicara en breves. Del mismo modo, el decreto de presidencia de Puig, establece una prorroga del confinamiento perimetral de la Comunitat Valenciana hasta el 1 de marzo, y de igual manera, se llevara a cabo el cierre de las grandes ciudades valencianas de las de 50.000 habitante durante los fines de semana, de viernes a lunes, y durante los días festivos.

Esta decisión se ha tomado tras la reunión de la Mesa Interdepartamental para la Prevención y Actuación contra la COVID-19 que se ha reunido hoy a las 19h y las decisiones de la cual pretenden seguir con la tendencia a la baja de la incidencia en la Comunitat Valenciana.

El sector hostelero amenaza con abrir

Con las declaraciones al comienzo de la semana de Puig, que dejaban entrever la posibilidad de prorrogar las medidas, los establecimientos adheridos a la Asociación de Hosteleros y Empresas de Ocio Nocturno de Castellón, Ashocas, amenazaron con abrir sus persianas el próximo martes. Una respuesta que se ha mantenido a lo largo de esta semana y que se ha reforzado con las protestas públicas, como la cacerolada de este jueves frente al ayuntamiento de Castelló o la sentada frente al Palau de la Generalitat de València. Del mismo modo, el sector de la hosteleria, ya ha anunciado que esta estudiando recurrir a la justicia para reabrir los bares y restaurantes de acuerdo con la apertura de la hostelería permitida por el Tribunal de Justicia en el País Vasco, cuya decisión puede ser la antesala de lo que pase en la Comunitat, aunque los hostaleros valencianos renuncian a cualquier vía en contra de la Ley

Si esta amenaza se materializa, al menos 2.000 bares y restaurantes de la Comunitat Valenciana abrirán sus puertas más allá de la comida a domicilio. Y es que la protesta castellonense se ha expandido a municipios como Llíria, Elda y Petrer, Orpesa o Benicarló, que exigen ayudas directas y un plan de desescalada con fechas y condiciones claras, tal y como trasladó el pasado miércoles el presidente de Ashocas, Álvaro Amores, al secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer.