Opinión

Puig y Oltra crean un impuesto de residuos contra las empresas

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El gobierno de Puig y Oltra ha subido los impuestos a los valencianos. De manera progresiva. Esa voracidad fiscal se extiende no solo a personas particulares sino también a las empresas que, día a día, sufren un paulatino aumento de la presión lastrando sus posibilidades de crecimiento y creación de empleo. Dentro de este contexto, en diciembre aprobó una modificación del impuesto a industrias sobre eliminación de residuos en vertederos e incineración, coincineración y valorización energética a través de la ley de acompañamiento de la Generalitat. Desde el primer momento, en el PP hemos solicitado que el Consell corrija su metedura de pata, dé marcha atrás a este sin sentido, y derogue este impuesto que tanto daño puede llegar a hacer a las empresas de nuestra Comunitat, pues los tipos de gravamen se incrementan desde un 320 hasta un 733% según los tipos de industrias.

   La solución es fácil: derogar para recapacitar, e ir en la línea que marca la Unión Europea, que es incentivar la valorización energética, no gravarla.

De hecho, el mismo presidente Puig tuvo que salir a hablar de bonificaciones para que el sector azulejero no perdiera competitividad. Un anuncio provocado por el revuelo creado entre los sectores afectados y sus protestas. Algo, gravar la valorización energética, que nunca debía haberse aprobado pero que PSPV y Compromís lo hicieron para que el pacto del Titànic no saltara por los aires.

No queda mucho tiempo para hacer algo, tan solo unos meses antes de que se aplique en su totalidad la modificación de este impuesto. Esta tasa debe ser eliminada y, a partir de ahí, comenzar a estudiar los distintos gravámenes posibles con diálogo y consenso y estudiar los posibles impactos de las medidas que se vayan a adoptar.

Desde el PP hemos tendido la mano a Puig en varias ocasiones para no llevar a cabo disparates como este y poder enmendar el error. Sin embargo no la acepta. Por un lado aprueban una cosa y por otro dicen lo contrario. Engañan y no trabajan en un ejercicio continuo de contradicciones.

Puig prometió subvenciones a las azulejeras hasta el 90% de este impuesto, dejando fuera a los otros sectores afectados, luego dicen que querían bonificar, después que las bonificaciones alcanzarían el 95% para paliar los efectos del canon de residuos, y la última es hablar de bonificaciones de hasta el 90% a 5 años para la valorización. Cualquier cosa menos eliminarlo. En realidad no hacen más que dar bandazos, sin saber por dónde ir. Un día dicen una cosa y al día siguiente corrigen porque saben que hablar de bonificaciones es hablar de un imposible, un inviable que no solucionará el problema.

Por favor, señores del Botànic: dejen de hundir a las empresas y a los valencianos con más impuestos con los que poder saciar su afán recaudatorio para engordar más el sistema público creando nuevas agencias y chiringuitos. Rectifiquen.

Elisa DiazPortavoz de Medio Ambiente Grupo Popular

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