Ha sido probablemente el año con una participación más alta de vecinos: la plaza Joan de Ribera presentaba un gran aspecto, no solo por el número de asistentes, también por la cantidad de pancartas, mensajes y manifestaciones de todo tipo que han aportado los clubs, asociaciones y entidades participantes el lunes 25 de noviembre en el acto oficial en el que Puçol ha dicho «No a la violencia de género».
El acto ha comenzado con la bienvenida de Paz Carceller, que no ha hablado como alcaldesa sino como concejal responsable del área de la Mujer. Su intervención ha finalizado con la lectura de un manifiesto en contra de la violencia machista.
A continuación, ha ido presentando a cada uno de los trece colectivos participantes: la Residencia de la 3ª edad, el coro de Santa Cecilia, el Programa de Jardinería, la Asociación Por Ti Mujer, el Programa Comunitario Social, los alumnos del Instituto de Educación Secundaria, el proyecto Vallet, el Taller de la Memoria, el Centro de Rehabilitación e Inserción Social, los padres del alumnado del Centro de Día Martínez Coll, la Escuela Permanente de Adultos, el Grupo Huit Teatre y la asociación de Colombaires.
Las propuestas que ha ofrecido cada colectivo han sido muy variadas.
La Residencia de la tercera edad ha leído un manifiesto y, posteriormente, han repartido besos y abrazos entre el público, al ritmo del tema musical Un beso redondo, de Conchita.
El Coro de Santa Cecilia ha recuperado un tema inolvidable de Matilde Salvador, una de las autoras valencianas más importantes de todos los tiempos: El nadal del Desert. Una pieza de impactante contenido a favor de la igualdad.
El Programa de Jardinería, pese a cierta reticencia inicial por la timidez de los jóvenes participantes, finalmente ha expuesto una serie de cartulinas con mensajes que han leído en la plaza: incluían textos escritos por el alumnado a favor de las víctimas de la violencia de género.
Dos mujeres de la Asociación Por Ti Mujer han leído un manifiesto contra las agresiones sexuales y han puesto especial énfasis en la mercantilización del cuerpo femenino.El alumnado del Programa Comunitario Psicosocial ha leído una poesía, en la que cada cual aportaba un verso previamente diseñado sobre una cartulina que han expuesto ante los asistentes.
Alumnos y profesores del Instituto de Educación Secundaria han aportado varias propuestas complementarias: por un lado, una pancarta con el lema «Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres»; a continuación, una dramatización realizada por los alumnos de teatro; y, por último, una página web presentada en forma de mural, de la que han leído sus principales titulares.
El Proyecto Vallet ha contado con la lectura de una emotiva experiencia, seguida de breves mensajes a cargo de participantes en esta experiencia educativa: cada mensaje seguido de la suelta de un globo y, finalmente, todos juntos han formado el mensaje «No a la violencia de género».
Las mujeres del Taller de la Memoria han exhibido una serie de «lápidas» en homenaje a las víctimas de la violencia doméstica, mientras Pepa Conesa leía un comunicado.
Al ritmo del tema musical I tu, sols tu, alumnos y alumnas del CRIS (Centro de Rehabilitación e Inserción Social) han ido cogiendo mensajes de unas coronas de flores: los positivos, los han exhibido orgullosos por la plaza; los mensajes negativos los han destruido para que no se repitan.
Los padres del alumnado del Centro de Día han apostado por la lectura del texto Vive y deja vivir, en apoyo a las víctimas de la violencia machista.
La Escuela Permanente de Adultos ha realizado tres propuestas: por un lado, un decorado sobre el que realizarse fotos, con el eslogan «Vuela, eres una mujer libre»; el mismo tema que ha centrado la lectura de su manifiesto; y por último, lectura de mensaje apoyados en «bocadillos de cómic», para dejar por escrito sus ideas.
El último colectivo en actuar en la plaza es un clásico de todo tipo de manifestaciones artísticas: el grupo Huit Teatre, formado por mujeres del Programa de Bienestar Social, bajo la dirección de Aitor Caballer, ha realizado una dramatización a lo largo de toda la plaza, la lectura de un texto y, como cierre, besos y abrazos como regalo de despedida para los presentes.
Tras las intervenciones de todos ellos, se ha guardado un minuto de silencio acompañado por algunas estrofas de la canción La puerta violeta, de Rozalen.
Y, como cierre, la Asociación de Colombicultura ha soltado palomas en la plaza, una propuesta que también realiza en otros encuentros con los vecinos.
Una foto de familia de todos los participantes ha puesto punto final al acto, que ha tenido una duración en torno a 80 minutos.